https://www.lasillavacia.com/ Septiembre 27, 2024
Por Camilo Andrés Garzón y Oriana Vásquez Arenas
Esta semana se celebró el primer año del Observatorio de Conflictos Socioambientales de la Amazonía, creado por la Fundación para la Conservación y el Desarrollo (FCDS) y liderada por Rodrigo Botero, uno de los poderosos de la Amazonía en Colombia.
El Observatorio se ha convertido en un referente de información pública y georeferenciada sobre la situación de la deforestación en la Amazonía y de las distintas actividades económicas que hoy definen al territorio.
En la presentación del evento, y con datos del Observatorio, se analizaron los principales desafíos y conflictos socioambientales que enfrenta la región, que ponen en perspectiva la situación de Colombia respecto del resto de países que comparten parte del ecosistema a menos de un mes del arranque de la COP16, donde el país mostrará sus esfuerzos para proteger la biodiversidad y la vida de defensores del ambiente.
Estas son las cinco tendencias:
1) La deforestación crece en Perú, desciende en Colombia y Brasil
Una mirada comparada de la Amazonía occidental (que comparten Brasil, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Venezuela) muestra que en ese ecosistema se han perdido más de 14 millones de hectáreas históricamente, lo que equivale a un 13 por ciento del bioma. Un equivalente al territorio de Honduras.
Colombia, en el comparado de la Amazonía occidental, es el cuarto país con más deforestación, detrás de Brasil, Bolivia y Perú. Brasil es el país que tiene mayor superficie total deforestada, con casi 10 millones, pero es Bolivia el país que tiene proporcionalmente la mayor área deforestada.
Actualmente la región no atraviesa un pico de deforestación. Este se dio en 2017, con el inicio de las alianzas comerciales entre Brasil y China para exportar carne, y en 2020, con el inicio de la presidencia de Bolsonaro. Tanto en Brasil como en Colombia viene cayendo la deforestación (2023) respecto a años anteriores, aunque en Perú viene creciendo sostenidamente desde 2021.
2) La presencia de grupos armados va más allá de Colombia
En Colombia se asocia el problema de la deforestación a la presencia de grupos armados en los departamentos amazónicos, quienes desafían la capacidad del gobierno para maniobrar este problema.
Pero la realidad es que en el 69 por ciento de las fronteras amazónicas se encuentran grupos armados ilegales, que combinan actividades como el cultivo y tráfico de drogas con la ocupación de tierras, la minería ilegal y la extorsión.
De 17 organizaciones armadas identificadas en los seis países de la Amazonía occidental, todos se dedican al tráfico de cocaína, de armas y de fauna. La minería ilegal y el tráfico de drogas son las actividades que en la mayoría de lugares proveen la principal fuente de financiación de estos grupos.
Especialmente los ríos Putumayo, Yaguas, Amazonas y Yavarí se han convertido en rutas predilectas para el tráfico de especies y fauna, especialmente de madera ilegal, en la triple frontera (Colombia, Brasil y Perú).
3) Los líderes ambientales están en peligro especialmente en Colombia y Brasil
Recientemente, los datos de la Fundación Global Witness (2024) pusieron la alerta sobre un problema que se sostiene desde hace años en la Amazonía: en 2022, el 29 por ciento de los homicidios de estos líderes en el mundo ocurrieron solo en esa zona.
Colombia fue considerado en ese informe como el país más letal para los defensores de la tierra y el medioambiente con 79 asesinados en 2023. Brasil es el segundo con 25 asesinados.
Esa conflictividad está localizada claramente, y en la Amazonia colombiana, los departamentos de Caquetá y Putumayo tuvieron la mayor parte de casos de líderes sociales asesinados en (2023-2024) con el 50 por ciento de estos casos.
La Silla Vacía publicó esta historia con los perfiles de 17 líderes ambientales asesinados en los últimos dos años con base en las cifras de la ONG Indepaz, el monitoreo de la UIA de la JEP y reportería propia. Los datos son menores de los que registra el informe de Global Witness porque este último también incluye defensores de la tierra y no solo de causas estrictamente ambientales.
Es una conflictividad que, además, desborda los temas ambientales. Por ejemplo, como mostró el Observatorio, en el periodo 2023-2024 se reportó el asesinato de 65 firmantes del acuerdo de paz. Diecisiete de ellos fueron precisamente en la región Amazónica, especialmente en Putumayo y Meta.
4) El gran incremento de la ganadería ocurre entre Brasil y Colombia
Entre 2001 y 2022 los pastizales para la ganadería subieron en 9 millones de hectáreas en la Amazonía Noroccidental. El 85 por ciento de este incremento fue en Brasil con 6,5 millones, y en Colombia, con 1.1 millones de hectáreas. En Colombia, creció la ganadería en un 30 por ciento en los últimos años.
A pesar de que Colombia es el principal productor de coca, la deforestación asociada a la ganadería extensiva es 15 veces mayor que la asociada a cultivos ilícitos.
La carne que proviene de la Amazonía es más barata que la de China, Estados Unidos o Canadá. Esto se explica por el bajo costo que tiene la tierra baldía deforestada y muchas veces apropiada de manera ilegal.
La mayoría de las exportaciones de bovinos en pie y carne de Colombia, Ecuador y Perú van para Iraq, Líbano, Vietnam, Jordania y Rusia.
Por otra parte, la debilidad del sistema de trazabilidad es uno de los principales factores que explican el aumento de esta actividad. Brasil es el único país de la región con un sistema de trazabilidad ganadero. Sin embargo, en Colombia se volvió a presentar el proyecto de ley de trazabilidad del ganado enfocado en reducir la deforestación por causa de la ganadería extensiva en la Amazonía, que se hundió en la pasada legislatura.
5) La minería ilegal crece en toda la Amazonía occidental
Una de las tendencias más sostenidas en los países que comparten frontera amazónica es que la minería ilegal ha crecido, especialmente asociada con la extracción y posterior exportación del oro.
Según mencionó el Observatorio, el 90 por ciento del oro extraído en Venezuela es de manera ilegal. El 80 por ciento en Colombia, el 77 en Ecuador, el 30 por ciento en Bolivia y el 28 por ciento en Perú, según datos de 2023 de la Otca.
En Colombia, el 70 por ciento del oro que se exporta no se contabiliza y el 50 por ciento de este viene de la Amazonía. Sus exportaciones han aumentado un 38 por ciento desde 2019.
En Perú, la producción de oro ilegal representa al menos el 30 por ciento de la producción total. Mientras que la producción oficial fue de 1.294 toneladas, las exportaciones fueron de 3.981. Las exportaciones han aumentado un 3 por ciento.
En Venezuela aumentó la producción de oro un 45 por ciento en cuestión de cuatro años. Se producían 23 toneladas en el año 2016 (cuando se creó el Arco Minero del Orinoco) y fueron 33,4 toneladas en 2020.
Por su parte, en Brasil el 30 por ciento de las 158 toneladas de oro procedentes de la Amazonía entre enero de 2021 y junio de 2022 muestra signos de origen ilegal. Sus exportaciones han aumentado en un 4 por ciento.
Todo esto obedece a un sostenido incremento de los precios del oro, que luego de la crisis económica de los Estados Unidos, vienen creciendo en el mundo un 310 por ciento en los últimos 16 años, como muestra la gráfica.
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