COLECTIVO SUBÁMONOS AL BUS DEL P.O.T.
Un grupo de ciudadanos y
organizaciones sociales, cívicas, académicas y comunitarias, que trabajamos por
un proyecto de ciudad como "construcción social de territorio", a
través de procesos de planeación participativa, fundamentados en la lógica
situacional de lo objetivamente posible.
El desarrollo Urbano y Económico de Manizales
Gonzalo Duque-Escobar * Manizales, Jueves 16 de Julio de 2015
Manizales
Manizales, con 394 mil
habitantes de los cuales 28 mil son rurales, posee el 40% de la población de
Caldas. Esos 28 mil habitantes rurales, equivalen a los 2/3 de la población
urbana de Villamaría, estimada en 43 mil habitantes.
Manizales es una ciudad
intermedia y mediterránea, en la región septentrional de los Andes, sobre el
fragmento norte dela franja intertropical. La zona urbana, está ubicada a 2100
msnm. El territorio de Manizales cuya superficie es de 572 km², equivale al 7,2%
de la extensión territorial de Caldas (7,888 km²)
Mientras la
participación del PIB en el Eje Cafetero, equivalente al 4,1% del PIB nacional,
el PIB de Caldas al año 2013 sólo llegó al 1,4% del total del país, con un per
cápita de U$ 5500, contra U$ 8100 de la nación.
El PIB en Caldas, cuya
estructura del 55% para el sector terciario, 24% para el sector secundario, 14%
para el sector primario y 7% para los impuestos, entre 2004 y 2014 creció en
promedio 2,6%, contra una media nacional anual del 4,8% para el mismo período.
Imagen: NBI en Caldas, mostrando la brecha d
desarrollo entre Manizales-Villa María y la provincia caldense. Llaman la
atención dos enclaves económicos en Marmato y Norcasia donde el nivel de NBI
supera el 30%, por ser los dos municipios de mayor PIB percápita de Caldas.
Datos según DANE 2012, en:
https://godues.wordpress.com/2015/11/28/
Cuatro Períodos económicos -I
En la
década de los años 20, el Meridiano Económico, Político y Cultural
de Colombia,
pasa por Manizales. Es con el café y no con la quina, el
caucho y el tabaco,
que se industrializa el país.
Tras las
portentosas empresas de arriería, se construyen: entre 19136 y 1922 el Cable
Aéreo Manizales Mariquitita, y entre 1916 y 1927 el Ferrocarril de Caldas.
El impacto
de los cables y ferrocarriles cafeteros en Colombia, resulta comparable del
Canal de Panamá, inaugurado en 2014.
Imagen:
Ferrocarril de Caldas obra construida de 1916 a 1927, entre Manizales y
Cartago
– El primero de los períodos económicos de
Manizales, estuvo caracterizado por una economía de subsistencia, que parte de
la fundación de esta Manizales (1849) emplazada sobre una retícula ortogonal,
ciclo temporal que pasa por las confrontaciones armadas entre Antioquia y Cauca
de 1860, 1876 y 1884, y que va hasta el fin de la Guerra de los Mil Días
(1903), donde tras el proceso de poblamiento la propiedad de la tierra en manos
del colono y la apertura de caminos de arriería, crean las bases para un modo
de producción capitalista en el que se soportará nuestra caficultura.
– El segundo período que se da entre 1903 y
1930 y que es de acumulación, en el que evoluciona el bahareque como
arquitectura vernácula, es el de los cables aéreos, de los vapores por el Cauca
y el Magdalena, y de los ferrocarriles cafeteros, medios que facilitaron la
salida del grano por Buenaventura y por el Magdalena; una etapa en la que el
meridiano económico de Colombia pasó por Manizales, y que cierra tras la gran crisis
de 1929, cuando ya se ha consolidado la Federación Nacional de Cafeteros
período que antecede al del modelo keynesiano que se implementará para resolver
la citada crisis.
Cuatro Períodos económicos- II
La
sustitución de la caficultura tradicional por un nuevo modelo basado en el
monocultivo del Caturra que arrasó la biodiversidad y facilitó las plagas,
también desterró del campo a legiones de campesinos que, sin educación
suficiente no pudieron asimilar el nuevo modelo financiero y tecnológico de la
nueva caficultura.
Atraídos
por el espejismo de la ciudad como un escenario de oportunidades que tampoco
estaría a su alcance, los campesinos migraron para vivir otra crisis
consecuencia de la desindustrialización en los medios urbanos de las capitales
cafeteras, con su crisis de desempleo que los arrincona entre la informalidad y
la delincuencia, en un escenario donde la estructura del empleo ya no depende
de fuerza física y habilidades manuales, sino de competencias sociales e
intelectuales.
– El
tercero, una etapa de verdadero desarrollo y de la arquitectura republicana
patrimonial, fruto de la reconstrucción tras los incendios de la década de los
20, que devastaron la cuarta parte del poblado; es el de las “chivas y
jeppaos”, cuando los beneficios de la caficultura se irrigan en el campo y
florece la vida comunitaria en nuestras veredas; en el que la salud del suelo y
del agua, consecuencia del sombrío y la biodiversidad, se expresan en el
arrullo de pájaros y cigarras, y de otros elementos tangibles e intangibles de
nuestro patrimonio cultural y natural.
– Y el
cuarto período que irrumpe con el caturra (1970) y cierra con la reforma del
Estado (1991), es de verdadera crisis, por los impactos socio ambientales de la
caficultura moderna, en el que el nuevo modelo cafetero, por ser intensivo en
productos de base química, que asegura enormes volúmenes de café pergamino a
costa de la biodiversidad, permite consolidar un clúster cafetero, aunque al
olvidar la incorporación de valor agregado al “grano de oro”, sume la economía
cafetera en un deterioro de los términos de intercambio.
Perfil Ambiental - I
Al surgir en el siglo XX una
caficultura de pequeña superficie y alto efecto redistributivo del ingreso, se
acentúa y moldea el carácter definitivo del cafetero colombiano al crearse una
sociedad igualitaria, donde gravitan dos modos sociales diferentes de
explotación minera: en la Colonia, con la minería soportada en la esclavitud
que impera en la provincia del Cauca, ya en Quiebralomo, Chocó y Barbacoas, y
la del minero independiente típica de la provincia de Antioquia que empieza en
Remedios y luego en Santa Rosa de Osos.
Posteriormente, ya en el siglo XIX
también son dos las formas de explotación agraria en dichos escenarios: una de
servidumbre propia de las grandes haciendas del Estado del Cauca, y otra de
corte capitalista que surge en la ruta de la colonización por el Estado del Sur
de Antioquia,
cuando se establece el principio de
“La Tierra para quien la trabaje”.
Imagen: Fallas y lineamientos
estructurales en Manizales. Fuente, PADEM manizales
A1- Medio ecosistémico natural.
• Gracias
a las dos cordilleras, nuestro clima es bimodal: cada año, dos temporadas
invernales que inician con los equinoccios, cierran con dos veraniegas cuando
llegan los solsticios. Nuestro ecosistema biodiverso asociado al frágil medio
tropical andino, se desarrolla en un medio montañoso de suelos jóvenes de
origen volcánico, en un ambiente tectónico activo. El complejo Ruiz-Tolima, las
fallas de los sistema Romeral, Palestina y Cauca-Patía, el Cañón del Cauca, el
Valle del Magdalena, los ecosistemas de páramo y bosques alto-andinos vecinos a
la Mesa de Herveo, y al Tatamá y Caramanta. De las siete zonas agropecuarias de
mayor productividad del país, cuatro benefician a la región: la zona cafetera,
la alta Cordillera Central, el valle del Cauca y el valle del Magdalena.
• En
el inventario minero, de 210 explotaciones y yacimientos que posee el Gran
Caldas, 120 pertenecen a Caldas y 60 al Quindío. Sobresalen: por el oro el alto
Occidente; por el manganeso el Bajo Occidente; y por calizas, mármoles, uranio
y un gran potencial hídrico, todo el Oriente Caldense.
A2- El medio transformado.
• El
proceso de ocupación y de transformación del medio natural, comienza con la
presencia de comunidades amerindias organizadas en cacicazgos, distribuidos por
toda la región: entre estas tenemos Irras, Cartamas, Pícaras, Ansermas,
Concuyes, Pozos, Paucuras, Carrapas , Quimbayas, Palenques, Amaníes,
Marquetones y Pantágoras. Luego, tras la conquista, se establecen nuevos
asentamientos como Anserma, Supía, Marmato, Cartago, Arma, Vitoria, Mariquita y
Honda, en los que la minería, como la principal actividad de la Colonia, se da
mediante la esclavitud. Ya en el siglo XIX cambia ese modo de producción por el
del colono independiente y obreros asalariados.
• Similarmente,
si en las Provincia del Cauca y Cundinamarca desde la colonia hasta el siglo
XIX primaron las haciendas de régimen feudal, tras la colonización antioqueña
ocurrida a lo largo del siglo XIX y la consecuente ocupación de grandes baldíos
y tierras de Concesiones del territorio, se da la construcción del Paisaje
Cultural Cafetero, soportada en una economía cuyo modo de producción es
capitalista, cambio que se debe a la presencia del colono quien reza: “la
tierra para quien la trabaje”.
• Posteriormente,
a esta transformación rural le sucede la urbana caracterizada por un modelo de
poblamiento bien distribuido que se explica por la estructura minifundista de
la propiedad gracias al café y al proceso colonizador, el que se empieza a
invertirse a partir de 1970 tras la irrupción de la Revolución Verde.
Perfil Ambiental - II
En 2004, contaba Caldas con cerca de
127 mil ha en bosques, 251 mil ha en cultivos, 336 mil ha en pastos y
rastrojos, cuantías que cubrían el 96% de su escarpado, verde y deforestado
territorio, un escenario que para preservar el agua y la biodiversidad debe
partir de la recuperación integral de sus cuencas.
En este territorio verde donde
existen conflictos severos entre uso y aptitud del suelo, donde la mega-minería
amenaza los ecosistemas andinos y el agua en toda la alta cordillera y donde
los eventos extremos por el calentamiento global acechan, se debe avanzar en el
ordenamiento de las cuencas, emprender acciones de adaptación al cambio
climático, asegurar el suministro de agua potable y preservar los frágiles
ecosistemas.
Como principio debe plantearse que
mientras el oro y el carbón como recursos pueden ser explotados, el agua y el
suelo, como soporte de la biodiversidad, son un patrimonio.
Mientras los recursos son mercancías
objeto de explotación por el mercado, agua y suelo deben ser declarados bienes
patrimoniales de interés común, y como tal sólo deben ser objeto de
aprovechamientos responsables para que puedan preservarse.
B1- Uso; transformación, flujo y
disposición final de recursos.
• La
ecorregión cafetera es un jardín biodiverso mal utilizado que alberga el 7% de
las especies de plantas y animales (Instituto von Humboldt, 1997), un
patrimonio biótico hoy amenazado por procesos antrópicos como deforestación,
potrerización, uso de agroquímicos y desarrollos urbanos. Antes dominada por
bosques, la ecorregión ahora sólo conserva una fracción de su cobertura
original, porque muchos paisajes son cafetales, plataneras, potreros,
plantaciones forestales y algunos cañaduzales. Según las coberturas en 2002, de
un uso potencial del suelo para usos forestales del 54% del territorio, los
bosques solo llegaban al 19%; y en ganadería, mientras el potencial de la
ecorregión es sólo del 4%, la cobertura llegaba al 49%; además en los usos
agrícolas y agroforestales, de un potencial del 21% y 20% en su orden, la
cobertura en el uso agrícola subía al 30% y la agrofostería no se implementaba.
• La
ciudad, toma materia y energía del entorno y tiene sus propias “excretas”:
Manizales genera 300 toneladas diarias de basura, y vierte 20 toneladas de
carga contaminante en las aguas servidas de áreas no industriales, a sus tres
distritos sanitarios (Olivares, Chinchiná y La Francia), a los que se suman
cerca de 17 toneladas adicionales de las aguas de origen industrial que afectan
cuerpos de agua, como la Quebrada Manizales donde se establece el principal
sector industrial.
B2- Las Zonas y sus Funciones en los
medios rulares y urbanos (I-R-C-S)
• La
Zona Industrial, que vale por su posición con respecto a los medios de
transporte, por no ocupar el sector vecino al río Cauca en el occidente donde
están los modos troncales (Aeropuerto del Café, Troncal de Occidente y Tren de
Occidente), está mal localizada si se trata de persistir con industrias
convencionales; y por quedar en la Q. Manizales presenta severos conflictos
ambientales, ya por amenazas mitigables asociadas al uso conflictivo del suelo
en su cuenca, ya por la afectación al ecosistema con sus vertimientos.
• La
Zona Residencial, que debe estimarse por su valor estético y paisajístico,
muestra que las urbanizaciones más costosas de la ciudad ocupan el paisaje
contaminado de su zona industrial, afectada por vertimientos industriales.
Igualmente, falta desarrollar ciudadelas autosuficientes en sectores populares
como la Enea, La Sultana y Bosques del Norte, bien dotadas de infraestructura
social y productiva, en lugar de expandir el hábitat favoreciendo los apetitos
de los urbanizadores e inviabilizando el sistema de transporte masivo, con
severo perjuicio para los sectores populares.
• La
Zona Comercial, cuya importancia radica en que alberga el Centro Histórico en
el que se soporta el carácter de nuestra ciudad y los edificios
institucionales, se ha venido degradando más por la irrupción del automóvil que
por la informalidad. Allí los moradores de los viejos inmuebles, no cuentan con
garantías para mantener el valioso patrimonio arquitectónico e histórico.
• La
Zona de Servicios, que suele valer por su nivel de equipamiento, debe
incrementar el potencial de generación de riqueza de la ciudad asociado al
sector de los servicios: en ella, más que por el número de camas, el sistema de
salud o el hotelero se deben valorar por los servicios que ofrecen para los
habitantes locales; y las Universidades que deben valer por sus programas de
PhD, laboratorios y producción científica, se han venido valorando como centros
de docencia por el número de estudiantes que llegan a la ciudad, y no como
centros de investigación y desarrollo..
Perfil Ambiental - III
La construcción de un territorio de
paz, obliga a políticas públicas y acuerdos regionales sobre acciones
integrales en función de objetivos estratégicos en materia social, ambiental y
económica, que generen sinergias culturales a nivel regional.
Para resolver los conflictos y las
problemáticas socio-ambientales de la ecorregión, se debe implementar procesos
participativos que incluyan la democracia comunitaria, propender por la equidad
en el gasto público y el empoderamiento del territorio, y abatir el
“para-estado” representado en el clientelismo, la corrupción y los actores
armados.
Para la transformación de las
ventajas comparativas culturales y naturales de la ecorregión en factores de
competitividad, se requiere además de los presupuestos de la nueva LOOT y la
descentralización del presupuesto nacional, el fortalecimiento del Estado
social de derecho.
C1- Conflictos y contradicciones
(Sociales, Ambientales, Económicos e Institucionales)
• Dada
la crisis del actual modelo democrático, expresada en falta de liderazgo,
desestructuración de los partidos y privatización de la cosa pública: Se debe
fortalecer la sociedad civil e implementar los mecanismos de participación
ciudadana con fundamento en el civismo activo, con la civilidad como valor
supremo de la cultura urbana.
• Dada
la crisis socioeconómica que se expresa en pobreza, desempleo e informalidad:
Se debe ubicar a las personas en el centro del desarrollo, priorizando la
formación de capital social sobre el crecimiento económico. Se deben
implementar políticas de ciencia y tecnología imbricadas con la cultura, para
resolver la brecha de productividad que afecta los medios rurales. Se debe
consolidar la Ciudad Región del Eje Cafetero, conurbar el territorio y
fortalecer el transporte rural como catalizador de la reducción de la pobreza.
Se debe desarrollar un nuevo modelo urbano más verde y más humano, priorizando
la conformación de ciudadelas autosuficientes, descentralizando la infraestructura
social y económica, densificando el medio urbano para desarrollar la movilidad
soportada en el transporte masivo y la peatonalización en lugar del carro.
• Dada
la amenaza del cambio climático y la falta de políticas públicas ambientales
que enfrenten la problemática de los riesgos en el medio rural y urbano: Se
deben ordenar las cuencas, reforestar sus quebradas, implementar la cultura del
agua, resolver los conflictos entre uso y aptitud del suelo y replantear el
modelo agroindustrial cafetero desde la perspectiva ecológica, además de
prevenir la especulación del suelo urbano que trafica con la plusvalía urbana y
el uso del suelo.
C2- Gestión ambiental
• Entre
los temas socio-ambientales emblemáticos para el departamento de Caldas y para
su capital Manizales, las propuestas verdes serían:
• 1-
Una revolución educativa, con un modelo que desarrolle el talento humano, para
lograr la reconversión productiva rural y el desarrollo social.
• 2-
Más bosques y ordenamiento de cuencas, para proteger la biodiversidad y mitigar
el impacto del calentamiento ambiental.
• 3-
El desarrollo de la identidad cultural en la ecorregión, soportado en su
carácter triétnico, en el marco del Paisaje Cultural Cafetero.
• 4-
Macroproyectos como el Ferrocarril Cafetero, el Puerto Multimodal de La Dorada,
Aerocafé, la Transversal Cafetera y el Tren de Occidente para articular al país
por Caldas.
• Un
nuevo modelo urbano con “crecimiento hacia adentro“, que descentralice la
infraestructura social y económica, y conurbe el territorio.
• 6-
Salvar el patrimonio material e inmaterial de Marmato y los ecosistemas de la
zona de amortiguamiento del PNN de los Nevados, amenazados por las dinámicas
del mercado y enclaves mineros.
--->CONTINUAR LEYENDO AQUÍ <---
***
ENLACES U.N.-SMP MANIZALES
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