Por: Gonzalo Duque-Escobar*
En Cerro Bravo, las emisiones de gas con alto contenido de metano y presencia de rocas incandescentes con una temperatura de 650 grados C° puntualmente localizadas en la ladera Este del volcán, es un fenómeno en el cual no se registran ni deformaciones, ni señal sísmica alguna que ponga en evidencia procesos magmáticos, como tampoco fugas de gas del poliducto que aparece en la berma de la carretera entre Letras y Delgaditas. Entonces, si no es un fenómeno volcánico, la pregunta es: ¿Qué puede explicar Rocas al rojo vivo y Metano al lado de la carretera en la pared de Cerro Bravo?
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Antecedentes de Cerro Bravo.
Los investigadores le han asignado a este estrato-volcán de erupciones explosivas con columna eruptiva de colapso, unos 50 mil años de antigüedad para la estructura ya desaparecida, que tras formar una caldera precede al actual Cerro Bravo caracterizado por presencia de lavas asociadas a varios eventos de menos de 14 mil años de antigüedad, ya que no muestran la erosión glaciar asociada al Pleistoceno. Además, aunque las fechas de los últimos eventos estimadas por radiocarbono con errores de entre 150 y 75 años, son de los años 1720, 1330, 1050 y 750 después de Cristo, también la morfología del edificio volcánico moderno con cráteres cada vez menores, anuncia que se trata de un vulcanismo postcaldérico residual o en proceso de extinción.
La causa
Si en los pastizales de Siberia cerca de Oymyakon se han dado incendios por turberas que han estado ardiendo durante años en el área de Mundullakh, entonces dado que para la pregunta sobre la causa de anomalías de Cientos de grados C, emisiones con metano y nada de sismos... de conformidad con los diagnósticos el Servicio Geológico Colombiano, la respuesta que descarta los procesos magmáticos, le apuesta a otra causa, como lo sería una turbera incendiada, o sea un depósito fósil de material orgánico en un medio anóxido y en proceso de carbonatación, que ha entrado en ignición, anunciándose con la zona de rocas a mayor temperatura por donde entra el oxígeno para la combustión.
Coincidimos sobre esta posibilidad, entendiendo también que de tratarse de una turbera como fuente de calor, asociada a material orgánico que pudo ser sepultado por un evento volcánico, ésta entraría en combustión por un eventual rayo como detonante que no captan bien los sismógrafos en un medio con emisiones de metano como gas combustible. Además, aunque la extensión y geometría de la supuesta turbera son desconocidas, podría asumirse que el horizonte temporal de dicha fuente de calor, no debe ser muy largo: meses o años posiblemente. ¿Puede acaso cortársele el suministro de aire inyectando la montaña?
Qué hacer
Las instituciones, que han considerado como alternativas para restablecer la ruta del gas por un lugar seguro, construir una variante corta para el oleoducto a acortó plazo, y la solución salvando la ladera del volcán por su base para el largo plazo, han optado por una tubería flexible, como medida imperativa. Pero igualmente, estando claro lo qué se debe hacer con el gasoducto, donde también debe explorase la posibilidad de una pantalla térmica o cualquier barrera para aislarlo de la alta temperatura y poder restablecer rápidamente el servicio, creemos que también resultaría imperativa la intervención en el macizo rocoso sobre la ladera afectada por esfuerzos térmicos y fluidos calientes: mediante inyecciones y mallas con anclajes para asegurar la estabilidad de la carretera, pero previniendo las interacciones del agua con la roca caliente y el impacto de las vibraciones mecánicas.
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*Profesor de la U.N. de Colombia. http://godues.webs.com
Manizales, 21/5/2023.
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ENLACES U.N.
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