¿Qué tanto ha cambiado Pereira en los últimos 20 años?

 El Diario.com.co febrero 25, 2024

Foto: El Diario

El sociólogo y catedrático de la Universidad Tecnológica de Pereira, Óscar Arango Gaviria, acaba de entregar una nueva y reveladora radiografía de la ciudad, que bien vale la pena ser analizada y debatida a profundidad.

Óscar Osorio Ospina

Esta obra, titulada “Pereira, años 2.000-2.020”, contiene un total de 215 páginas
distribuidas en seis capítulos los cuales se ocupan de temas como las transformaciones sociodemográficas, el desempeño económico, las finanzas públicas, el ambiente y los servicios públicos, el poder político y elecciones y el aporte de la UTP al desarrollo de la ciudad. Este es el tercer ejercicio académico de estas proporciones que entrega Óscar Arango Gaviria, quien es sociólogo de la Universidad Santo Tomás, especialista en Proyectos de Desarrollo ESAP–UTP y profesor titular de la UTP Facultad de Educación. Ya había realizado dos trabajos similares, el último de ellos en los años 90.

En esta oportunidad y con cifras oficiales en la mano, el autor demuestra, entre otras cosas, que la población de Pereira se ha envejecido, que la pirámide poblacional ha cambiado, que hoy la ciudad en más urbana y menos rural, que hay una caída vertical en la producción agropecuaria impulsada por factores como la potrerización y la sub-.urbanización, que Pereira está importando más del 80% de los alimentos que consume, que ha crecido la tercerización del mercado laboral, que han aumentado sus índices de pobreza, que el comercio electrónico y los despachos a domicilio llegaron para quedarse… en fin, toda una interesante radiografía. Veamos, a vuelo de pájaro, algunas cifras:

  • Entre el 2005 y el 2018 la población creció solo en 39.000 personas y no
    alcanzó la proyección de 500.000 habitantes contemplada en el POT.
  • La tasa de fertilidad femenina pasó del 4.7 niños en 1950 a 2.3 en el 2018.
  • En el 2005 nacieron 6.318 niños y en el 2018 esa cifra bajó a 4.835.
  • La esperanza de vida pasó de 73 años en el 2005 a 75 años en el 2018.
  • Mientras en el 2005 en Pereira había 31.000 personas mayores de 65 años,
    esa cifra aumentó a 55.000 en el 2028.
  • En el 2000 Pereira tenía una producción agrícola de 195.000 toneladas, la
    cual bajó a 72.000 en el 2020.
  • El área cultivada en café cayó más de la mitad: las hectáreas en producción
    pasaron de 8.129 a 2.934 y la producción bajó de 665.000 arrobas a 385.000.

Con Óscar Arango Gaviria, autor de este interesante documento, hablamos sobre su
visión acerca de la Pereira del presente y del futuro.

¿Qué tanto ha cambiado Pereira en estos 20 años?

Esa es una pregunta que amerita subdividir la respuesta porque son varios los
componentes que se trabajan en el libro. Uno, son las transformaciones
demográficas y sociales; otro, los cambios económicos, lo mismo que los cambios y
las transformaciones en las finanzas públicas; las transformaciones en materia
ambiental, de ordenamiento territorial y de prestación de servicios públicos; y en
materia política, se hizo un rastreo y una indagación del comportamiento político
electoral en Pereira en estos 20 años.
En el tema demográfico ¿cada vez más los viejos y menos los nacimientos?
El envejecimiento en la población pereirana se fortaleció en estos años a expensas
de la disminución de las tasas de natalidad y de fecundidad, pero además creo que es
interesante señalar que se confirmó un progresivo despoblamiento rural que es
bastante preocupante a mi juicio.

¿Cada vez hay menos mano de obra en la zona rural, no hay relevo
generacional?

Sí, pero no solamente el relevo o el empalme generacional, sino que también la población infantil ha migrado con sus familias y por lo tanto las ofertas educativas hoy en día tienen un gravísimo riesgo, hay escuelas que ya se van quedando sin estudiantes y las tienen que cerrar y eso es fatal para las posibilidades del desarrollo social en una vereda. Nosotros estamos acostumbrados a que nuestras veredas tengan centros educativos y que la educación rural sea un factor fundamental de desarrollo, pero si no está la población que demande esa educación, imagínate lo que nos puede llegar a suceder en el futuro inmediato.

Pereira ha sido una ciudad de migrantes ¿ese fenómeno se ha mantenido o hay
menos migraciones?

El fenómeno de las migraciones permanece constante, lo que cambian son los actores de esas migraciones y los destinos a los cuales esa población migra o los países desde los cuales llega población a Pereira. En estos 20 años, pude encontrar que Pereira sigue siendo una de las ciudades cuya población ahora incluye grupos venezolanos, pero al tiempo hay un fenómeno nuevo en la ciudad: el desplazamiento forzoso. En Pereira tenemos entre 45.000 y 50.000 personas que llegaron como víctimas del desplazamiento forzoso y del conflicto armado. Y esa es una particularidad que no siempre es tenida en cuenta y no se llama la atención sobre ella para las respectivas políticas públicas que permitan atender los derechos que la ley les entrega.

En general ¿la ciudad se ha pauperizado o han bajado los niveles de pobreza?

En promedio la pobreza ha ido disminuyendo, pero se acentúa en algunos casos. Como el libro solamente llegó hasta el año 2020, debo advertir que en ese año todas las estadísticas socioeconómicas se alteraron de manea dramática en virtud de la pandemia, fue un año atípico y uno encuentra que, por supuesto, creció la población con características de pobreza absoluta, no solamente de pobreza monetaria sino de pobreza absoluta y creció el fenómeno del hambre. Faltaría conocer las nuevas estadísticas en rigor para saber si ya volvimos por lo menos a la época de pre pandemia en materia de desarrollo social.

¿En cuanto al campo, Pereira cada vez produce menos alimentos y menos café?

Ese es un drama, es un reto y una inconsecuencia por parte de la dirigencia nuestra, puesto que teniendo todas las posibilidades en materia de recursos naturales en el sector rural tengamos un indicador tremendo de la importación del 85% de alimentos que se consumen en Pereira. Al tiempo, las hectáreas cultivadas en café, plátano, aguacate y otros productos en vez de aumentar disminuyen y eso significa que nos está impactando en el sector rural una política del ordenamiento territorial.
Pereira llegó a ser el mayor productor de café en Colombia, con cerca de 17.000 hectáreas cafeteras y en el año 2020 difícilmente tenía 3.000 hectáreas. Eso significa que aquí tenemos el fenómeno que hemos llamado “el mapeo de tierras” y estamos frente al desafío de poner a competir la política de desarrollo rural con la renta del suelo urbano o semiurbano y los beneficiados no son propiamente las familias campesinas sino los productores que desarrollan la industria de la construcción.

¿Hoy por hoy, desde el punto de vista económico, que clase de ciudad es
Pereira?

Las estadísticas indican que el sector servicios, que incluye las actividades comerciales y las relacionadas con las comunicaciones, el transporte y el sector financiero, es el más relevante. Lamentablemente los sectores industrial y agropecuario, en vez de aumentar su participación en la estructura económica de nuestro producto interno bruto, disminuyó en esas dos décadas. A propósito de la actividad comercial, en materia de exportaciones e importaciones han cambiado los países a los cuales se les despacha productos nuestros y aquellos a los cuales les compramos. Por ejemplo, antes de la crisis del 2014 Venezuela llegó a ser el país al que más le vendíamos y ahora su participación es prácticamente insignificante.

Volviendo a los efectos de la pandemia, durante el aislamiento se fortalecieron el
comercio electrónico y los despachos a domicilio, esas prácticas quedaron
totalmente fortalecidas para el resto de la vida, llegaron para quedarse y ya no hay
quién retorne a las viejas prácticas comerciales.

¿Viendo todo este panorama en su conjunto hacia qué tipo de ciudad apunta
convertirse Pereira?

Yo creo que Pereira, si se hiciera un gran acuerdo y se echara a rodar, podría ser una ciudad productora, en principio productora de bienes y servicios agropecuarios y segundo, productora industrial, pero no solamente en la industria tradicional, sino en la industria que incluye valor agregado y la aplicación de conocimientos, innovación y de desarrollo tecnológico. Este es un desafío que deben enfrentar tanto la dirigencia política y empresarial como la academia y las organizaciones sociales.

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