El Espectador.
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"Plata llama" es una de las veinticinco piezas que compone "Venseremos", exposición de Futuro Moncada.
Foto: Óscar Pérez
Veinticinco piezas que dialogan entre sí. Veinticinco piezas que tienen miradas distintas. Dos países unidos en una sola exposición: Colombia y México. Dos realidades compartidas: la violencia que tiñe sus historias, las vidas cubiertas de rojo, el narcotráfico como protagonista. “Venseremos”, dice el nombre de la exhibición, en vez de “venceremos”, aludiendo a esa noción de victoria colectiva o a una invitación para compartir y convivir. Entonces parece que, para estas dos naciones latinoamericanas, en medio de la violencia, aún quedan opciones: esperanza. Una esperanza quizá colectiva: “Venseremos”.
La primera pieza que compone la exposición es una fotografía de un niño que está de espaldas, quien carga un fusil, que no se logra ver por completo porque la imagen ha sido intervenida y el arma ahora parece una guitarra. Nuevos músicos es el título de la obra. Dice Futuro Moncada, autor de “Venseremos”, que aquellos “nuevos músicos” se formaron luego de que unos narcotraficantes asesinaran a un grupo musical de una comunidad indígena de Guerrero (México). Entonces, los niños fueron armados. Esos mismos que quizá pudieron disparar letras, pero que ahora disparan balas.
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