https://www.rfi.fr/ RFI. 27/06/2023 RUSIA
Todos los indicios apuntan a que la economía rusa está inmersa en una profunda recesión. En 2022, el país pudo resistir el impacto de las sanciones occidentales, pero 2023 presenta un escenario muy diferente.
Imagen: Logo del gigante energético ruso Gazprom. AFP - NIKOLAY DOYCHINOV
Al principio, las sanciones occidentales tuvieron el efecto de reforzar a Rusia, ya que el precio del gas y del petróleo subió mucho el año pasado. El país aprovechó esta ganancia inesperada, a pesar del embargo europeo, vendiendo su producción a bajo precio a China e India. Pero los precios del petróleo y el gas han caído en picado desde entonces, y en los cuatro primeros meses del año los ingresos de Moscú por hidrocarburos se desplomaron un 52% interanual bajo el impacto de las sanciones occidentales.
Rusia es el primer exportador mundial de crudo y productos refinados combinados. El gasto militar está en máximos históricos y el déficit de Rusia está cavando un agujero abismal en sus reservas financieras. Otro problema para la economía rusa es la escasez de mano de obra, sobre todo en las industrias metalúrgica y petroquímica, donde 300.000 hombres se han marchado al frente. Y el país perdió 1,3 millones de jóvenes menores de 35 años en 2022, según un reciente estudio de la consultora Finexpertiza.
La caída del rublo
Otro indicador en rojo es el rublo, que cayó el lunes a su nivel más bajo en 13 meses frente al dólar. La divisa rusa ha caído un 20% frente al billete verde desde noviembre. Esto refleja, en particular, un deterioro de la balanza comercial: la semana pasada, el banco central ruso indicó que la balanza por cuenta corriente con el exterior, que tiene en cuenta todo el comercio con países extranjeros, se había contraído un 81% en un año. Una cifra impresionante.
Pero esta caída del rublo es también consecuencia del motín del pasado fin de semana. Aunque todavía es difícil decir si el poder ruso se ha visto debilitado por este episodio, los inversores se muestran cada vez más cautos y se decantan por refugios seguros como el oro.
Hasta ahora, el sistema financiero ruso ha resistido bien, y aunque el Banco Central de Rusia ha perdido 300.000 millones de dólares en reservas de divisas en oro desde el comienzo de la guerra, ha conseguido evitar un colapso total del sistema financiero. Pero, ¿hasta cuándo?
Una erosión debida en gran parte a las sanciones occidentales
Las sanciones occidentales están pasando factura, y Rusia está sufriendo económicamente las consecuencias de este aislamiento internacional. Es la primera vez que se imponen tantas sanciones a un solo país.
En términos de PIB, 2022 estuvo marcado por una recesión en Rusia. Lo que dice el FMI es que el crecimiento volverá en 2023, pero es importante entender que este crecimiento habría sido mucho mayor en tiempos normales: la diferencia en los niveles de producción en Rusia entre el periodo anterior a la guerra y las proyecciones hasta 2024 es del orden de 15 a 20 puntos, según el economista Nicolas Bouzou, por lo que Rusia está pagando un coste económico real importante. El sector del automóvil, por ejemplo, prácticamente se ha paralizado porque los fabricantes solían importar muchos equipos de Alemania.
Y lo que es aún más significativo, la capacidad de la industria de defensa rusa para reconstruir su armamento se ha visto debilitada por estas sanciones. Dicho esto, hay que decir que la economía rusa no se ha hundido... pero ¿cuánto durará? Una vez más, eso depende de una serie de parámetros, entre ellos la duración de esta guerra.
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