Los 5 principales factores del cambio climático y la tarea de Latinoamérica


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Acciones individuales, gubernamentales y empresariales son necesarias para mitigar el cambio climático pero, ¿por dónde empezar y quién debe más?

Turbinas eólicas en Oaxaca México

Turbinas eólicas en Oaxaca, MéxicoBloomberg/Getty Images

El 19 de marzo del 2024, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reportó que 2023 fue el año más caluroso desde que haya registros, con una una temperatura media global de 1.45 °C por encima de los niveles preindustriales. “Nunca se había estado tan cerca —aunque sea temporalmente— del límite inferior de 1.5 °C del Acuerdo de París sobre cambio climático. La comunidad de la OMM lanza una alerta roja al mundo” dijo la Secretaría General de la institución, Celeste Saulo.

Además del alza en la temperatura global, el reporte también indicó que el 2023 batió récords de niveles de gases de efecto invernadero, calentamiento y acidificación de los océanos, aumento del nivel del mar, disminución del hielo de la Antártida y retroceso de los glaciares. A raíz de esta situación, la OMM buscará impulsar una acción climática acelerada para que mejoren las Contribuciones Determinadas Nacionales (NDCs por sus siglas en inglés) de los países miembros (sin tener que esperar a febrero de 2025, como se había acordado previamente). También buscará un ambicioso acuerdo de financiamiento en la COP29, a celebrarse en Bakú en noviembre del 2024.

El escenario es alarmante, pero no todo está perdido. Aún es posible implementar acciones que ralenticen el cambio y mantenernos por debajo del límite inferior del Acuerdo de París. Para lograrlo es indispensable, sin embargo, entender quién es quién en la acción global. Cómo abona cada estrategia en cada país, cuáles son los sectores urgentes y las acciones que gobiernos, empresas y nosotros, los ciudadanos de a pie, debemos tomar.

Los factores que contribuyen al cambio climático por importancia

Echemos un vistazo al panorama. El principal factor del cambio climático es el incremento de gases de efecto invernadero, encabezados por el dióxido de carbono (CO2), que representa un 71.6% del total. El C02 ha formado parte de los ciclos geobiológicos del planeta desde siempre. El problema es que su presencia en la atmósfera se disparó en la era industrial. Acciones no han faltado. Según la International Energy Agency (IEA), en 2023 hubo una reducción del 17% de emisiones de CO2 en comparación con 2022. Con todo tan solo el emitido en 2023 abonó el 1.1% de CO2 actual en la atmósfera. Actualmente, hay 37.4 billones de toneladas de CO2 en el mundo.


Miembros de la asociación suiza Senior Women for Climate Protection reaccionan luego de que el máximo tribunal de derechos humanos de Europa dijera el 9 de abril que Suiza no está haciendo lo suficiente para mitigar el cambio climático.

Una asociación suiza de 2,000 mujeres mayores alegó que su gobierno las exponía a un mayor riesgo por no combatir el cambio climático. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos les dio la razón.


¿Dónde se concentran las emisiones? Los sectores que emiten más gases de efecto invernadero a nivel mundial son: la generación eléctrica (29%), la industria (29%), la agricultura, uso de tierra y residuos (20%), transporte (15%) y edificios (7%). Hagamos un doble clic: el uso de carbón para generación eléctrica es el principal factor que aumenta las emisiones a nivel mundial y representa un 21% de ellas. Le siguen las emisiones en carreteras (12%), las actividades de ganado (7%), y el uso de gas natural para la generación eléctrica (7%).

Tres países fueron los responsables de más de la mitad de la emisiones de C02 en 2023: China (31.8%), Estados Unidos (14.4%) e India (9.5%). Un poco más de la mitad las emisiones atribuibles a China y en Estados Unidos no son territoriales, sino derivadas de sus actividades de importación y exportación de bienes y servicios. El ciclo comercial, entonces, también incentiva que países menos desarrollados o en vías de desarrollo aumenten sus niveles de emisiones.

En 2019, Oxfam publicó un exhaustivo análisis en que concluía que el 1% de la población más rica del mundo (alrededor de 77 millones de personas) es responsable del 16% del total de las emisiones de CO2 en el mundo. Oxfam calculó que, si se tomara un 60% de impuestos sobre los ingresos de ese 1% de la población, se obtendrían $6.4 billones de dólares al año

El papel de Latinoamérica en el calentamiento global

Hagamos un zoom en Latinoamérica. De acuerdo con un estudio realizado por el Emissions Database for Global Atmospheric Research, Latinoamérica fue responsable del 6.8% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero en el 2022. Los principales factores de contribución han sido el transporte (33% del total), seguido por la generación eléctrica (23%) y la industria (22%). En esta región, el país con más emisiones en 2022 fue Brasil, que abonó con 2.4% del total global. Brasil ocupa el quinto lugar a nivel mundial de emisiones de gases de efecto invernadero. México ocupa el noveno lugar a nivel mundial y es el segundo en Latinoamérica. Argentina ocupa el puesto 25 a nivel mundial, y es el tercero en Latinoamérica. Sin embargo, si se consideran las emisiones de CO2 per cápita, Trinidad y Tobago, Suriname, Chile, Guyana, Argentina y México, en ese orden, encabezan la lista.


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A pesar de ser un tema emergente en la investigación científica, especialmente en regiones como México donde su estudio no está plenamente establecido, estudiar el agua verde es esencial para entender la resiliencia ecológica y la seguridad hídrica.


Cerca de una cuarta parte de los bosques del mundo se encuentran en Latinoamérica. La selva amazónica tiene un valor insustituible en términos de biodiversidad y cubre un 40% del continente sudamericano. Los bosques sanos pueden almacenar de un 30 a un 70% más de CO2 por unidad de superficie que los bosques talados y degradados. Continuar con la deforestación de éstos podría desencadenar cambios irreversibles en los patrones climáticos. Desafortunadamente, según la IEA la cubierta arbórea en Latinoamérica cayó 90 millones de hectáreas (aproximadamente el tamaño de Francia y Alemania juntas) entre 2000 y 2020. Alrededor del 40% de las tierras anteriormente forestales en Latinoamérica se han convertido en pastos que se destina a las exportaciones de carne vacuna al resto del mundo, y el 35% en tierras de cultivo. Con todo, según el Instituto de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE), entre agosto de 2022 y julio de 2023, la mayor selva tropical del mundo perdió 9,001 kilómetros cuadrados, lo que representa una reducción del 22.3% sobre la tendencia de los años anteriores.

Latinoamérica busca acelerar la implementación de medidas ambiciosas para ralentizar los efectos del cambio climático y los países de la región han firmado estrictas políticas a cumplir de aquí a 2050. Latinoamérica ya es una de las economías menos intensivas en emisiones en el mundo y representó el 14% del suministro de energía renovable del planeta en 2022. Además, es hogar de cuatro de las 10 instalaciones hidroeléctricas más grandes del mundo. La que se genera en Latinoamérica representa un 18% de la generación eléctrica global, y un 22% de la producción de bioenergía en el mismo año.

Estas son las estrategias y políticas que están adoptando algunas de las economías más importantes de Latinoamérica de cara el cambio climático.

Argentina

Pretende reducir sus emisiones de CO2 per cápita en un 52% y su intensidad energética (es decir, la energía que se consume por cada $1,000 USD) en un 10% para el 2050. También firmó políticas para neutralizar la cantidad de gases de efecto invernadero para el 2050. La idea es impulsar el desarrollo de la economía del hidrógeno y generar energía solar distribuida (en techos de casas y establecimientos) suficiente para dar energía a cerca de 750,000 hogares. Además, Argentina es de los pocos países en Latinoamérica que mantiene su interés en invertir en energía nuclear, con su proyecto CAREM, que podría estar listo a finales de 2030. Con esto, Argentina busca que su generación de energía nuclear aumente en conjunto con la solar y eólica. Su objetivo es que, en 2050, el 67% de su generación eléctrica provenga de estas tres fuentes.

Brasil

Brasil Se comprometió a reducir sus emisiones de gases invernadero al 50% para el 2030 y a lograr las cero emisiones para el 2050. Además, busca que entre el 45% y 50% de su energía provenga de fuentes renovables para el 2030. También busca disminuir la deforestación a cero para 2030. Por otro lado, aunque ya es actualmente el segundo productor de biocombustibles en el mundo, buscará que sean dominantes para el 2040 en el país. Brasil está desarrollando una planta de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono a iniciar operaciones en el 2030 en Lucas do Rio Verde; sería la primera planta en Sudamérica con esta tecnología y la primera biorrefinería con una huella de carbono negativa a nivel mundial. Además el país laitinoamericano con la inversión en energía limpia más alta, que representa el 1.4% del total de su PIB.


Personas pasean por Central Park con el humo de los incendios forestales de Canadá

En vísperas de la COP28, un nuevo y severo informe de la ONU advierte de que el mundo se precipita hacia una catástrofe aún evitable. Es un llamado a los líderes de las naciones para que mejoren y apresuren sus medidas.


Chile

Al igual que Brasil, Chile es realmente ambicioso con sus políticas de cumplimiento. Es ya el sexto país con mayor participación de generación de energía solar en el mundo y pretende alcanzar las cero emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050, reducir la intensidad energética en un 13% para el 2030 (en comparación con el 2019), alcanzar la neutralización del carbón en minerías para el 2040 y cumplir con una Estrategia Nacional de Hidrógeno, entre otras. Dos de las políticas más importantes es que el 100% de los camiones de carga y los vehículos de transporte público sean eléctricos para el 2035, así como que los nuevos edificios a construirse sean de uso neto de energía cero para el 2050. Por otro lado, Chile apuesta por la producción de hidrógeno verde y amoniaco a través de centrales eólicas. Además, en noviembre del 2022, Chile inauguró su primera planta de combustibles sintéticos elaborado con agua, viento y CO2 biogénico, el cual genera 90% menos de emisiones de CO2 que el combustible regular y podría ser utilizado en vehículos en todo el mundo en un futuro a mediano plazo.

Colombia

Actualmente, Colombia es el octavo país con la flota de autobuses eléctricos más grande del mundo. Una de las obras más icónicas que ha desarrollado desde hace varios años es el metro de Bogotá, que consta de dos etapas: la primera a iniciar operaciones en el 2030 y la segunda en el 2050. Se pretende que, para el 2049, el metro reduzca 938,000 toneladas de gases invernadero y beneficie a alrededor de 2.92 millones de personas en la región.  Por otro lado, Colombia también acordó cumplir con cero emisiones para el 2050, además de eliminar la deforestación para el mismo año. Finalmente, según uno de sus más ambiciosos compromisos, Colombia pasaría, de la actualidad al 2050, de generar el 1% a nada menos que el 60% de su energía con fuentes limpias


Contaminación del aire en Ciudad de México en una vista aérea de 2020

Un estudio publicado en Nature hace un seguimiento de los gastos pasados derivados de los fenómenos climáticos y los proyecta hacia el futuro. Estima que los daños en 2050 serán seis veces superiores al costo de limitar el calentamiento a 2 grados centígrados.


Costa Rica

Hoy, Costa Rica ya es uno de los pocos países en el mundo que ha generado 100% de su energía a través de fuentes renovables. Además de este logro, pretende tener cero emisiones para el 2050, incrementar la cubierta forestal recuperando cerca de 300 mil hectáreas de tierra para uso agrícola en el 2025, y utilizar una estrategia para descarbonizar el transporte utilizando hidrógeno verde. Actualmente, el transporte es la mayor fuente de emisiones de CO2 relacionadas con energía. La electrificación del transporte juega un papel clave, por lo que Costa Rica buscará continuar invirtiendo en energías renovables. En 2050, las hidroeléctricas y centrales geotérmicas continuarán dominando la generación total del país, pero se incluirán más centrales solares y eólicas, cubriendo así la demanda adicional que existirá en los próximos años.

México

México pretende reducir su intensidad energética un 51% para el 2050. Sin embargo, al igual que Argentina, no se comprometió a llegar a cero emisiones para ese año. Por otro lado, tiene por objetivo hacer una reducción del 40% de las emisiones y eliminar la deforestación para 2030, así como generar 35% de energía limpia del total de generación para el 2024. Por otro lado, en el Borrador de Estrategia Nacional para la Electromovilidad, se indica que, para 2040, el 100% de los vehículos vendido habrán de ser eléctricos. Asimismo, México pretende desarrollar proyectos de generación de hidrógeno verde a través de centrales solares en Baja California Sur y Chihuahua. El tránsito a las energías limpias parece más complicado en México, un país petrolero, que en el resto de la región. La participación de biocombustibles permanecerá baja en comparación con otros países de Latinoamérica.


Turbinas submarinas para energía mareomotriz

La energía oceánica o marina es una fuente de energía renovable. Tan solo el canal de Cozumel tiene el potencial de dotar de energía eléctrica a un millón de hogares.


Tareas para gobiernos e industrias

Si bien, pareciera que ya se están llevando a cabo acciones positivas para ralentizar los efectos del cambio climático, aún hay más por ejercer para lograr un efecto drástico en la reducción de la temperatura del planeta. Para lograr efectos inmediatos para revertir los efectos del cambio climático, esto es lo que tendrían que hacer el sector público y privado:

  • Inversión en energías renovables y aprovechamiento del recurso solar y eólico que existe en Latinoamérica. Asimismo, invertir en mejorar las redes de transmisión para lograr incluir más centrales eléctricas de fuentes renovables, así como cubrir la demanda energética que irá incrementando en los siguientes años. Finalmente, invertir en sistemas de almacenamiento, para que funcionen como complemento cada vez que las centrales limpias tengan alguna intermitencia en su suministro a la red.
  • Que las grandes empresas se comprometan a reducir sus emisiones, además de aumentar la cuota de impuesto a las empresas que emiten gases invernadero.
  • Que el sector público emita más regulaciones en materia de eficiencia energética para edificios, así como códigos y certificaciones de construcción, y que incentive la rehabilitación de edificios existentes.
  • Incrementar impuestos al 1% de la población más rica en el mundo para subsanar su impacto en el cambio climático. Estos impuestos podrán reinvertirse en más centrales eléctricas de fuentes renovables, o en biocombustibles.
  • Dejar de utilizar inmediatamente gas y carbón para generación eléctrica. (incluyendo la destinada al sistema de transporte). Fomentar el uso de biocombustibles o combustibles sintéticos, autos eléctricos y la transición a las energías renovables es el camino ineludible para frenar drásticamente el aumento de temperatura en el planeta. Países en Latinoamérica como Colombia y Argentina, que dependen económicamente del carbón y el gas natural respectivamente, podrían hacer una gran contribución si reducen sus emisiones de gases invernadero utilizando tecnologías de emisiones bajas tales como la geotermia, captura y almacenamiento de carbono, inversión en producción de hidrógeno verde, entre otras.
  • Invertir en transporte público, promover la movilidad urbana con bajas emisiones de CO2 mediante la electrificación de vehículos y autobuses, además de utilizar combustibles más limpios.

Berliner Fernsehturm

El derretimiento de los polos está reduciendo la velocidad de rotación de la Tierra, lo que ha repercutido en algunas estimaciones sobre la duración de los días futuros.


Tareas para ti

Quizá parezca desalentador, a nivel individual, saber que las a gran escala en contra del cambio climático tendrán que ser implementadas por gobiernos y grandes industrias, pero es crucial la participación del ciudadana. Empujar al gobierno a tomar medidas extremas e incluir en su agenda acciones contra el cambio climático, mejorar el transporte público y preservar el medio ambiente es esenciales para lograr la reducción de gases de efecto invernadero. Países como Estados Unidos y México están por celebrar votaciones para renovar el poder ejecutivo. Los ciudadanos deben exigir que, dentro de los programas gubernamentales propuestos por la candidatos, se incluyan estrategias destinadas a mitigar el calentamiento global y cuidar el medio ambiente. Recordemos siempre que la ecología es economía.

Hablemos, por último, de las pequeñas pero muy importantes acciones que puedes realizar como individuo:

  • Reduce drásticamente tu huella de carbono. Reduce la compra de ropa nueva, sobre todo de tiendas que producen “fast fashion”. Acciones como buscar ropa sustentable o marcas de ropa más duraderas, así como comprar en segunda mano tienen un gran impacto. Recicla y prefiere los productos locales, ingiere menos carne de res y reduce el uso de aparatos electrodomésticos en horas pico de demanda (por ejemplo, entre las 10:00 a.m. y 2:00 p.m., y por la tarde, entre las 6:00 p.m. y 10:00 p.m.). Esta acciones ayudan a eficientar el uso de energía, lo cual reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Utilizar electrodomésticos más eficientes. A medida que cambian las temperaturas, crece también el uso de aires acondicionados. Según la ONU, si se mejorara la eficiencia energética de la industria de refrigeración y electrodomésticos que se utilizan hoy en día, se pueden eliminar entre 210,000 a 460,000 millones de toneladas de emisiones de CO2 en los próximos 40 años. Optar por bombas de calor y electrodomésticos con una alta eficiencia energética sería una opción costo-beneficio óptima, además que apoyaría enormemente a la reducción de emisiones a nivel mundial.
  • Considera modificar tu estilo de vida… y viaja menos en avión. Todos queremos viajar cada vez que tenemos vacaciones. Tanto es así que, tras la pandemia, el tráfico aéreo en el mundo aumentó un 36.9% en 2023, según IATA. Sin embargo, reducir o anular el uso de avión en nuestras vidas puede reducir significativamente las emisiones. Optar por asistir a reuniones de manera virtual en lugar de utilizar el avión, o buscar otro método de transporte puede contribuir a cuidar el planeta. Si consideras que estas opciones no son para ti, empieza por viajar ligero, elegir asientos económicos, disminuir escalas, usar aeropuertos locales y, sobretodo, asegurarte de que la aerolínea que utilizas está realizando acciones para reducir su huella de carbono en el medio ambiente.
  • Utilizar transporte público y haz home office. En Latinoamérica, el principal factor de emisión de CO2 es el transporte. La congestión en los caminos, zonas conurbadas y la falta de infraestructura para el transporte público indudablemente incrementa la huella de carbono de cada individuo. Viajar en metro, autobús, bicicleta o incluso caminar, ayuda a reducir las emisiones. Además, trabajar desde casa contribuye de manera sustancial a cuidar el medio ambiente.
  • Participa en campañas de reforestación. Apoyar estas campañas favorece al incremento de áreas naturales, además de que mitiga los efectos del cambio climático mediante la captura de CO2.
  • Informarte acerca del cambio climático. Asistir a convenciones, toma talleres, y lee artículos para continuar informándote de acciones a realizar y adaptarte a los efectos del cambio climático. Noticias como la alerta roja emitida por la OMM puede impactar en la ecoansiedad q, pero no enterarse ni modificar patrones cotidianos del uso de la energía tampoco ayudaría. Combatir el cambio climático es la mejor intervención preventiva para evitar que continúe surtiendo efectos.
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