Desde la llanura
Es posible que, cuando se publique este artículo, ya todo esté consumado, pero creo que procede la reflexión. ¿Cómo veo la elección del Directorio de la Asamblea Legislativa a cuatro días de llevarse a cabo? Me fijo en que hay dos tendencias que aspiran y, curiosamente, encabezadas por el bipartidismo, la política tradicional que tanto nos ha quedado debiendo a la idiosincrasia de nuestro pueblo; considero vulgar politiquería, ambas, yendo a postrarse a los pies del Ejecutivo por ese “plato de lentejas”. La postura del actual presidente legislativo sigue dejando mucho que desear; en modo soberbia, dijo algo así: “Si no tengo el apoyo para reelegirme, renuncio a la curul, no me veo; diputado de oposición”, ¿cómo?, sí, solo hay diputados de oposición y oficialistas. No me extraña, puesto que en 1986, elegido diputado, prefirió ser ministro de la Presidencia, ¡renunció! Me preocupa y temo, busque tres años consecutivos y acumular “puntos” para una eventual aspiración a la Presidencia de la República en 2026, en cuyo caso, igual renunciaría a la curul. A propósito, nos sigue confundiendo, algunos medios, hace unos días leía en un matutino impreso, denominando como diputada oficialista a la única legisladora del Partido Progreso Social Democrático y, a este no lo veo como partido de gobierno.
Lamento, sí, que la manifestación que se atrevieron a hacer esas 22 diputadas paladinas fuera tan extemporánea, las considero que hubieran sido un excelente tercer frente y, de alguna manera, la solución. Bastaba que convencieran a otros siete u ocho diputados, varones de verdad, y ofrecerles alguna posición para respetar la paridad de sexo (femenino y masculino). En ese grupo de ellas, veo material de sobra para presidir el directorio: Paulina Ramírez, Gloria Navas, Vanessa Castro, Sofía Guillen y… me disculpan las otras 18 de las que no tengo mayor referencia.
En otro orden y relacionado con el tema, agrupaciones políticas, otrora aspirantes a partidos emergentes y, alguna vez protagonistas en la elección del Directorio, incluyo la fracción oficialista actual de “ocho son suficiente”, del gobierno sin partido y, que pretenden influir. Me refiero al PAC, partido en gobierno del 2018 al 2022, tiempo en el cual fui muy crítico en mis habituales artículos, sobre actos nebulosos y con olor a corrupción: Cementazo, Hueco Fiscal, Upad… y, ante el señalamiento de esos temas en el informe del Departamento de Estado de USA. Los seudolíderes del PAC, sorprendidos y extrañados, salen presurosos a hacer desmentidos. Ahora no soy quien lo dice, es el Secretario de Estado de USA; más respeto. Quisiera saber cómo se defenderían ante la denuncia por irregularidades financieras en la campaña 2014, con evidencia profusa y contundente, en la esperanza que, como ha sido costumbre, la Corte no deje prescribir esa causa.
Al igual, el actual gobierno en el mismo informe es señalado por su acoso a medios de comunicación y periodistas, que atenta contra la libertad de prensa. Autoridades del Ejecutivo se muestran indiferentes. Pienso que tiene que ver con el “Sinartgate” y todo su intríngulis para la presunta “democratización de la publicidad del Estado”. Al respecto, mi experiencia de más de 56 años ejerciendo contaduría y administración de negocios, me enseñó que, en tiempos de crisis, los primeros rubros de gastos que se reducen son la publicidad y los viajes, pero allá el Gobierno con su léxico y sus acciones vengativas.
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