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Sergio Delgado Velandia ha recorrido trece departamentos y parte de Ecuador en busca de su madre, una mujer de 56 años que un día salió de su casa en Piedecuesta, Santander, pero nunca más volvió y no pierde la esperanza de encontrarla con vida
Por: Luis Benito
17 Mar, 2024 07:16 a.m. CO

¿Dolor?, dolor saber dónde está su mamá seiscientos días, eso sí es un dolor, por eso hoy vengo aquí, a este parque, diciéndoles cuanto dolor tengo”, exclamó el joven santandereano frente a la mirada de algunos paisas que le ponían atención, mientras otros seguían su recorrido con indiferencia.



Sergio Delgado Velandia ha recorrido trece departamentos y parte de Ecuador en busca de su madre, una mujer de 56 años que un día salió de su casa en Piedecuesta, Santander, pero nunca más volvió y no pierde la esperanza de encontrarla con vida
Por: Luis Benito
17 Mar, 2024 07:16 a.m. CO

Sergio Delgado Velandia ya completó 600 días buscando a su madre - crédito @mimamitaaparecera / Instagram.
Desde la noche del 14 de junio 2022 está desaparecida Rosalba Velandia Salazar, que pasaba por un cuadro de depresión debido al confinamiento a causa del covid-19 y un día salió de su casa en Piedecuesta, Santander, y no regresó nunca más.
600 días después, su hijo Sergio Delgado Velandia, no ha perdido la esperanza de encontrarla con vida. Por eso ha recorrido 13 departamentos buscándola y llegó hasta el parque de Las Luces, en el centro de Medellín, para llamar la atención de los transeúntes.
Desde la noche del 14 de junio 2022 está desaparecida Rosalba Velandia Salazar, que pasaba por un cuadro de depresión debido al confinamiento a causa del covid-19 y un día salió de su casa en Piedecuesta, Santander, y no regresó nunca más.
600 días después, su hijo Sergio Delgado Velandia, no ha perdido la esperanza de encontrarla con vida. Por eso ha recorrido 13 departamentos buscándola y llegó hasta el parque de Las Luces, en el centro de Medellín, para llamar la atención de los transeúntes.
¿Dolor?, dolor saber dónde está su mamá seiscientos días, eso sí es un dolor, por eso hoy vengo aquí, a este parque, diciéndoles cuanto dolor tengo”, exclamó el joven santandereano frente a la mirada de algunos paisas que le ponían atención, mientras otros seguían su recorrido con indiferencia.

El joven ha recorrido 13 departamentos buscando a su madre - crédito @mimamitaaparecera / Instagram.
Con globos y pancartas que hacían alusión a los 600 días de búsqueda, el hombre pidió a las autoridades que haya celeridad en el caso y suplicó a varias personas que vieran bien la foto de su madre para identificarla en caso de que la vean.
“Cuando busco a las autoridades me preguntan qué más pistas tengo. Yo pa’ que me desgasto para que ellos trabajen, además hay un investigador para cientos de casos. Las pistas de las cámaras las encontré fui yo y se las di a ellos. Aquí en Colombia se carece mucho de ayuda para los desaparecidos, no solamente a mi mamá, sino a todos los demás”, le dijo Sergio al medio La Vanguardia.
Con globos y pancartas que hacían alusión a los 600 días de búsqueda, el hombre pidió a las autoridades que haya celeridad en el caso y suplicó a varias personas que vieran bien la foto de su madre para identificarla en caso de que la vean.
“Esta personita que está aquí en el suelo representa una mamá que me crio con valores, que me crio con amor, que me dio una niñez muy bonita, hizo todo lo que hizo para tener este hombre parado hoy en este parque, por eso hay días de mucho sufrimiento en mi diario vivir”, dijo.
“Cuando busco a las autoridades me preguntan qué más pistas tengo. Yo pa’ que me desgasto para que ellos trabajen, además hay un investigador para cientos de casos. Las pistas de las cámaras las encontré fui yo y se las di a ellos. Aquí en Colombia se carece mucho de ayuda para los desaparecidos, no solamente a mi mamá, sino a todos los demás”, le dijo Sergio al medio La Vanguardia.

En la búsqueda de su madre, Sergio Delgado ha conocido a varias personas - crédito @mimamitaaparecera / Instagram.
Ha sido tanto el desespero del joven por encontrar a su madre, que incluso se fue hasta Ecuador. Allí realizó una caminata de 120 kilómetros durante diez días, desde el obelisco de la ciudad de Ibarra hasta el sitio turístico conocido como la mitad del mundo, en Quito. Justo por esas fechas su madre cumplió un año de desaparecida y por cada pueblo ecuatoriano que recorría, el joven dejaba volantes con el rostro de su madre.
“En Tulcán me decían que la habían visto meses atrás, se quedaban mirando el cartel. Eso me motivaba. Así fueron varios casos en donde me decían que la habían visto, en un lado y otro, yo iba y nada”, le relató al medio mencionado.
Ha sido tanto el desespero del joven por encontrar a su madre, que incluso se fue hasta Ecuador. Allí realizó una caminata de 120 kilómetros durante diez días, desde el obelisco de la ciudad de Ibarra hasta el sitio turístico conocido como la mitad del mundo, en Quito. Justo por esas fechas su madre cumplió un año de desaparecida y por cada pueblo ecuatoriano que recorría, el joven dejaba volantes con el rostro de su madre.
“En Tulcán me decían que la habían visto meses atrás, se quedaban mirando el cartel. Eso me motivaba. Así fueron varios casos en donde me decían que la habían visto, en un lado y otro, yo iba y nada”, le relató al medio mencionado.

El joven ha buscado a su madre durante 600 días - crédito @mimamitaaparecera / Instagram.
Sergio era conductor de aplicación y velaba por el cuidado de su madre, que padecía de una condición llamada anheodina, que le impide experimentar sus emociones con normalidad, según le contó al medio Nueva Crónica.
“Esto es un luto suspendido. Mi vida se puso en pausa desde el momento en que desapareció mi mamá (...) Tengo el apoyo social de la gente que me ayuda, a uno le gustaría tener investigadores encima del caso, personas buscando y gente responsable llamando”, le dijo a La Vanguardia.
El día que desapareció, la mujer vestía una blusa básica rosada de tiras y un pantalón de flores. Dejó en su casa su monedero, las llaves y su teléfono celular.
Sergio era conductor de aplicación y velaba por el cuidado de su madre, que padecía de una condición llamada anheodina, que le impide experimentar sus emociones con normalidad, según le contó al medio Nueva Crónica.
“Esto es un luto suspendido. Mi vida se puso en pausa desde el momento en que desapareció mi mamá (...) Tengo el apoyo social de la gente que me ayuda, a uno le gustaría tener investigadores encima del caso, personas buscando y gente responsable llamando”, le dijo a La Vanguardia.
El día que desapareció, la mujer vestía una blusa básica rosada de tiras y un pantalón de flores. Dejó en su casa su monedero, las llaves y su teléfono celular.
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