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Una reforma del sistema de salud se debería realizar planeando cómo conseguir recursos para un crecimiento en la demanda, asociado al envejecimiento.
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Análisis
08 dic 2024 - 4:05 p. m.
En el año 2050 alrededor del 27% de la población colombiana será mayor de 65 años, y solo el 14 % menor de 15, eso quiere decir que tendremos casi el doble de adultos mayores en comparación de niños y adolescentes.
(Lea: TransMilenio: ¿cuánto pagan de pasaje los adultos mayores subsidiados?).
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Esto tendrá profundas implicaciones para la sociedad, pensemos por un momento en el sistema de pensiones, en el sistema de salud y hasta en las estrategias de marketing. Imagínense necesitaremos cerrar colegios, reducir cupos universitarios y duplicar las organizaciones para atender personas mayores.
Actualmente solo el 23% de los mayores de 60 tiene pensión. Nuestro sistema pensional es mixto, por un lado funciona con fondos de ahorro individual y por el otro con un sistema de prima media en donde se calcula el monto de la pensión por el promedio de los salarios de los últimos diez años trabajados.
Este segundo modelo requiere que con lo que se recauda de aportes de los trabajadores se pague a los pensionados. Con este cambio demográfico simplemente no va a haber suficientes trabajadores aportando, haciendo inviable e infinanciable las pensiones de los jubilados. Esto requiere discusiones y decisiones políticas y fiscales muy incómodas, como aumentar la edad de pensión, subir la cotización o disminuir el porcentaje de jubilación que recibe cada pensionado (que hoy está alrededor del 65% de su salario promedio), o buscar nuevos impuestos dedicados.
(También: Iniciaron los giros del Ingreso Mínimo Garantizado: así puede retirarlos por Efecty).
El envejecimiento también implica un cambio en los estilos de vida, de trabajo, de recreación y de socialización. El 16 % de las personas mayores de 60 años hoy ya viven solos, esto vislumbra una epidemia de soledad y de ansiedad y depresión. Colombia en veinte años tendrá 15 millones de personas mayores de 60 años, simplemente el país no está preparado y no tiene los escenarios de recreación, socialización y soporte para esa avalancha de adultos mayores que lo requerirán. Hasta las vallas publicitarios deberán cambiar y dejar el estereotipo de jóvenes en vestidos de baño para anunciar cualquier cosa y migrar a adultos sanos y sonrientes.
Hoy en día, el trabajo más abundante en los Estados Unidos es el de cuidador, pero no de niños, sino de personas mayores (alrededor del 2% de toda la fuerza laboral de ese país. No tengo estadísticas colombianas). En los países de la Organización para la cooperación y Desarrollo (Ocde) esta actividad consume el 1,5% del PIB.
Una de cada cuatro personas mayores de 75 años y uno de cada cinco mayores de 60 años requiere de algún soporte y acompañamiento en su vida diaria. Esto significa que hoy ya más de 1 millón de personas en Colombia requiere de un cuidador, y que en veinte años alrededor de 3 millones de personas lo requerirán. ¿Con la reducción de las familias y los jóvenes, cómo será la transición del cuidador familiar al cuidador profesional? ¿De dónde capacitaremos tantas personas para este rol? ¿Cuál será la fuente de recursos para ésto?
Desde el punto de vista de los sistemas de salud, en general más edad significa más consumo de servicios. Más del 50% de los mayores de 60 años tiene por lo menos una enfermedad o condición crónica y toma mínimo un medicamento para tratarla. Estos porcentajes de uso de servicios aumentan progresivamente con el paso de los años; enfermedades como la hipertensión, la Diabetes tipo dos, la demencia, y las condiciones reumatológicas son prevalentes en ese período de la vida.
(Aquí: La transformación en tendencias de cuidado de adultos mayores, según el centro Calucé).
Por esto una reforma del sistema de salud, se debería realizar no mirando con el retrovisor quién administra los dineros o cómo se reparten las funciones curativas o los esquemas de prevención y promoción clásicos. Se debe pensar el futuro, planear cómo conseguir los recursos necesarios para un crecimiento en la demanda asociado al envejecimiento. Así mismo diseñar cómo se organizarán las instituciones y programas para atender una oleada de mayores de 60 años que van a requerir tratamiento para sus enfermedades, manejo y acompañamiento en su salud mental, cuidadores, lugares de recreación y en última instancia, hogares de cuidado.
Estas reflexiones hacen eco a estupendos trabajos que se han publicado en Colombia como la misión Colombia envejece promovida por la Saldarriaga Concha, y el informe reciente del proyecto Voz mayor. Documento que soportado por el periódico El Tiempo, Colsubsidio, el grupo Amarey, la U. Javeriana, Frisby y M. De Narvaez, realizó la firma, cifras y conceptos presentando un panorama sobre los sueños y realidades de la población mayor de 60 años en las ciudades de Colombia.
Enhorabuena por este trabajo que da luz y abre el diálogo sobre una realidad que se nos acerca a velocidades inesperadas y la cual debemos gerenciar como sociedad con prontitud.
Manuel Camacho Montoya
MD miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina.
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