Energía
al alza por inflación.
Por: Gonzalo
Duque-Escobar*
La hiperinflación en los
servicios públicos con una tasa anual del 25,9% para Colombia, duplicando el
10,8% del Índice de Precios al Consumidor (IPC), un sensible problema que
también afecta a Europa donde el alza anual a julio fue 38%, sobresale en el
Caribe con 14% por encima del país gracias a su ineficiente sistema, donde las
ciudades con los máximos fueron: Santa Marta (49,9%), Riohacha (47,1%) y
Barranquilla (44,4%). Como referente, en Colombia donde por capacidad las
hidroeléctricas duplican las térmicas, la demanda en agosto de 2022 apenas
creció 3,7% respecto al consumo en agosto del 2021.
En Colombia, donde las
tarifas de energía que en lo corrido del 2022 han crecido 20,4% obligando a que
muchas personas tengan que escoger entre pagar un recibo o comer, dependen de
la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y se determinan en función
del comportamiento de los costos de diferentes actividades que inciden en la
prestación del servicio, razón por la cual la estructura tarifaria depende de
la generación con cerca de un tercio del costo, del precio de la energía en
bolsa con alrededor de la quinta parte, y de los contratos bilaterales que
ahora muestran un incremento del 22,8% en el último año.
Además, si los excesivos
incrementos de las tarifas de energía se relacionan con la nueva metodología
para el cálculo del Índice de Precios al Productor (IPP) implementada por el
DANE en 2021, indicador que se ha disparado al pasar del 3,5% al 38% por
factores de inflación como la guerra en Ucrania, los que inciden en los
componentes de la tarifa como generación, transmisión, distribución, e
indirectamente en las pérdidas reconocidas, entonces por qué no sustituir el
IPP por otro indexador adaptado para el sector, establecer un mínimo vital de
energía y ajustar el rango de subsistencia para estratos 1, 2 y 3 ya
subsidiados.
Si tras un acumulado de
precios al consumidor durante la pandemia que llegó al 33,3%, conforme los
generadores han subido tarifas a medida que la inflación afecta la cadena
energética, en la región Caribe donde la instalación de potencia resulta
deficitaria frente a la demanda y son notables las pérdidas del sistema, la
crisis se ha acentuado porque más personas comenzaron a disminuir sus pagos. Si
bien la energía térmica ha sufrido las consecuencias de la inflación de los
combustibles fósiles, otra cosa es la generación hidroenergética que, pese a
tener los embalses llenos ha elevado precios 27,7% en promedio.
Y respecto a las térmicas,
conforme se retiren fondos de financiación de proyectos de combustibles fósiles
para destinarlos a alternativas con menos carbono por el cambio climático,
entre otros problemas que se podrán acentuar, está la barrera de tener que
construir una central completamente nueva para aumentar la generación por
encima de los niveles actuales como compensación, y los desajustes entre la
oferta y la demanda que conducirán a una mayor volatilidad de precios en los
combustibles provocando estragos financieros para los generadores.
Así entonces, mientras
para combatir el cambio climático el planeta le apuesta a reducir el consumo de
combustibles fósiles respecto al 2010 bajando un 80% el carbón, un 50% el gas
natural y un 30% el petróleo, aunque se pueden seguir viendo precios atractivos
para los combustibles fósiles en los actuales momentos tal cual ocurre siempre
que la oferta continúe cayendo más rápido que la demanda, para el año 2050 el
auge de los precios de los combustibles fósiles no será la victoria que parece,
porque a largo plazo la demanda tendrá tendencia a la baja.
Por ahora, el gobierno
consciente de que el aumento ha sido atípico anuncia que, al llegar a acuerdos
con los actores, la energía bajará en noviembre y se implementarán medidas a
corto y mediano plazo que protejan a los vulnerables y la no obligatoriedad de
aplicar el IPP. Pero además de optimizar la operación de las plantas
termoeléctricas, de mejorar la eficiencia de las redes para reducir pérdidas no
técnicas que son protagonistas en el Caribe y de poner en cintura la gestión
indebida de recursos, habrá otras consideradas por expertos de poca efectividad
o que pueden afectar a las comercializadoras.
*Profesor de la U.N. de Colombia, Miembro Correspondiente de la Academia Caldense de Historia, Socio Honorario de la SCIA y Socio de la SMP de Manizales. http://godues.websw.com
Manizales. Septiembre 26 de 2022. Imagen: Energía Eléctrica
en Colombia: Cobertura 2018 y Matriz energética 2019. Fuentes: SIEL y MinMinas-LR.
Fuentes de Consulta:
¿Ajustes
a locomotora energética de Colombia? Duque-Escobar, Gonzalo. Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales. Manizales, 2018-09-10.
Aumento
de precios de energía en Colombia: ¿qué medidas propone ACOLGEN? Cristian
Medina Atuesta. 07/09/2022. LA W RADIO.
ENEL
Colombia explica a usuarios el porqué del incremento de las tarifas de energía.
Allison Gutiérrez Núñez. 1/ 08/ 2022. La República.
La
energía seguirá empujando la inflación en Colombia. Juan Esteban Lewin. El
País. Bogotá –06-09-2022.
Los
puntos que influyen para que suba o baje la luz en los hogares. La
República. Juan Pablo Vargas Cuellar. 6-09-2022.
¿Qué
hacemos con la hiperinflación de las tarifas de energía? Amylkar Acosta.
18, 09, 2022. Razón Pública.
0 comments:
Publicar un comentario