Revista Eje 21. Manizales, 23 12 2023
Este licor, que nació en 1885 en un pueblo de Caldas, se ha agotado tras ganar una demanda contra la Fábrica de Licores de Antioquia.
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Crédito: Industria Licorera de Caldas.
Bogotá, 23 de diciembre de 2023. El Aguardiente Amarillo de Manzanares, que produce la Industria Licorera de Caldas (ILC), se ha convertido en el trago de moda en diciembre de este año en Colombia. Su sabor, su historia y su reciente victoria legal frente a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) lo han posicionado como uno de los licores más apetecidos y demandados del país.
Las ventas de este producto, que ya eran interesantes, se han disparado tras la popularidad y curiosidad que causó este licor luego del enfrentamiento entre la ILC y la FLA. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ordenó retirar del mercado el Aguardiente Real Amarillo de la FLA, en línea con las intenciones de la ILC, que alegaba el parecido de ese producto con su Aguardiente Amarillo de Manzanares.
Tras este pulso, el amarillo de Manzanares se está vendiendo “como pan caliente” a tal punto que se agotó. “Se acabó el Aguardiente Amarillo y ha sido un completo éxito, más aún porque se encuentra en boca de todos por las demandas. Nos va tocar traer más gente para hacer otro lote, vamos a cerrar con 7′200.000 botellas”, dijo Mauricio Vélez, gerente de Mercadeo y Ventas de la Industria Licorera de Caldas, a Caracol Radio.
De acuerdo con Vélez, el crecimiento es exponencial, pues hasta hace tan solo cinco años se vendían máximo 40.000 botellas. Ahora, la idea es que en 2024 se puedan alcanzar las 10 millones de botellas comercializadas de esa referencia.
La historia de este producto insignia de la ILC se remonta a 1885 con don Camilo Jiménez, la primera persona que se atrevió en fabricar este tipo de bebidas para la venta. Jiménez era un campesino del municipio de Manzanares, Caldas, que se dio a conocer por vender tan llamativo licor, el que solía distribuir en las principales calles de la localidad y en las poblaciones aledañas a través de barriles que eran transportados por una mula.
La receta de este producto combina la caña gorobeta, el anís sembrado en el cerro Guadalupe y el agua pura del nacimiento del Río Santo Domingo, para darle un sabor fresco y aromático. Motivo que llevó a considerar a Jiménez como “el pionero de los aguardientes”.
La receta y la marca Aguardiente de Manzanares creció tanto que fue comprada por la Industria Licorera de Caldas en 1905. Desde entonces, la compañía mantiene y sostiene cada uno de los aspectos que hacen autentico a este licor que los caldenses suelen asociar con el tono de los rayos del sol y que desde siempre lo han distinguido de muchos otros aguardientes.
El Aguardiente Amarillo de Manzanares es, sin duda, un licor que brilla en Colombia, no solo por su color, sino también por su calidad, su tradición y su éxito comercial. Un licor que ha sabido defender su identidad y su prestigio frente a la competencia y que ha conquistado el paladar de los colombianos. Un licor que, como dice su eslogan, es “el sabor de la tierra”.
Bogotá, 23 de diciembre de 2023. El Aguardiente Amarillo de Manzanares, que produce la Industria Licorera de Caldas (ILC), se ha convertido en el trago de moda en diciembre de este año en Colombia. Su sabor, su historia y su reciente victoria legal frente a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) lo han posicionado como uno de los licores más apetecidos y demandados del país.
Las ventas de este producto, que ya eran interesantes, se han disparado tras la popularidad y curiosidad que causó este licor luego del enfrentamiento entre la ILC y la FLA. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ordenó retirar del mercado el Aguardiente Real Amarillo de la FLA, en línea con las intenciones de la ILC, que alegaba el parecido de ese producto con su Aguardiente Amarillo de Manzanares.
Tras este pulso, el amarillo de Manzanares se está vendiendo “como pan caliente” a tal punto que se agotó. “Se acabó el Aguardiente Amarillo y ha sido un completo éxito, más aún porque se encuentra en boca de todos por las demandas. Nos va tocar traer más gente para hacer otro lote, vamos a cerrar con 7′200.000 botellas”, dijo Mauricio Vélez, gerente de Mercadeo y Ventas de la Industria Licorera de Caldas, a Caracol Radio.
De acuerdo con Vélez, el crecimiento es exponencial, pues hasta hace tan solo cinco años se vendían máximo 40.000 botellas. Ahora, la idea es que en 2024 se puedan alcanzar las 10 millones de botellas comercializadas de esa referencia.
La historia de este producto insignia de la ILC se remonta a 1885 con don Camilo Jiménez, la primera persona que se atrevió en fabricar este tipo de bebidas para la venta. Jiménez era un campesino del municipio de Manzanares, Caldas, que se dio a conocer por vender tan llamativo licor, el que solía distribuir en las principales calles de la localidad y en las poblaciones aledañas a través de barriles que eran transportados por una mula.
La receta de este producto combina la caña gorobeta, el anís sembrado en el cerro Guadalupe y el agua pura del nacimiento del Río Santo Domingo, para darle un sabor fresco y aromático. Motivo que llevó a considerar a Jiménez como “el pionero de los aguardientes”.
La receta y la marca Aguardiente de Manzanares creció tanto que fue comprada por la Industria Licorera de Caldas en 1905. Desde entonces, la compañía mantiene y sostiene cada uno de los aspectos que hacen autentico a este licor que los caldenses suelen asociar con el tono de los rayos del sol y que desde siempre lo han distinguido de muchos otros aguardientes.
El Aguardiente Amarillo de Manzanares es, sin duda, un licor que brilla en Colombia, no solo por su color, sino también por su calidad, su tradición y su éxito comercial. Un licor que ha sabido defender su identidad y su prestigio frente a la competencia y que ha conquistado el paladar de los colombianos. Un licor que, como dice su eslogan, es “el sabor de la tierra”.
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