Revista Eje 21. 29 DE ABRIL DE 2024
El viernes pasado marcó el cierre definitivo de Colmotores, tras 68 años de operación en Colombia. Este cese en la producción de vehículos, aunque Chevrolet, de General Motors, continúa en el país, ha profundizado la crisis que enfrenta la industria automotriz nacional. La caída en las ventas y la falta de rentabilidad en la producción industrial fueron factores determinantes para esta difícil decisión.
Crédito: General Motors USA
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), la Asociación Colombiana de Importadores de Vehículos Automotores (Aconauto) y la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Fedetranscarga) han instado al Gobierno a implementar un plan de reactivación y a tomar medidas activas para enfrentar esta crisis.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, señaló que el cierre de Colmotores es una noticia lamentable para el país y resaltó la necesidad de identificar y corregir las causas que llevaron a esta situación. Las cifras reflejan la gravedad de la situación, con una caída del 46,4% en la fabricación de vehículos y del 39% en las ventas, según datos del Dane.
Oliverio García, presidente de Andemos, subrayó la contradicción entre el deseo de tener una industria automotriz de clase mundial y las acciones que obstaculizan su desarrollo, como la resistencia a los vehículos híbridos.
El panorama actual muestra una industria en declive, con ventas que no alcanzan ni siquiera la mitad de lo esperado para un país de la magnitud económica de Colombia. A pesar de ciertas expectativas positivas en años anteriores, la realidad ha sido decepcionante, con una caída constante en las ventas.
Aconauto hizo un llamado al Gobierno para que establezca una política clara de reactivación económica y fomente la inversión en la industria automotriz. Pedro Nel Quijano, presidente de Aconauto, destacó que el cierre de Colmotores no solo implica la pérdida de empleos directos, sino también el desmantelamiento de una cadena de valor que se construyó a lo largo de décadas.
El sector automotriz colombiano contribuye significativamente al Producto Interno Bruto industrial nacional, generando empleo y bienestar para miles de familias. Los concesionarios de vehículos emplean a más de 250.000 personas de manera directa e indirecta, demostrando la importancia de este sector para la economía del país.
Los transportadores de carga también expresaron su preocupación ante la situación, destacando la necesidad de proteger el tejido empresarial y fomentar la iniciativa privada como motores de crecimiento y generación de empleo. La disminución del volumen de carga movida por Colombia refleja los desafíos que enfrenta el sector.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), la Asociación Colombiana de Importadores de Vehículos Automotores (Aconauto) y la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Fedetranscarga) han instado al Gobierno a implementar un plan de reactivación y a tomar medidas activas para enfrentar esta crisis.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, señaló que el cierre de Colmotores es una noticia lamentable para el país y resaltó la necesidad de identificar y corregir las causas que llevaron a esta situación. Las cifras reflejan la gravedad de la situación, con una caída del 46,4% en la fabricación de vehículos y del 39% en las ventas, según datos del Dane.
Oliverio García, presidente de Andemos, subrayó la contradicción entre el deseo de tener una industria automotriz de clase mundial y las acciones que obstaculizan su desarrollo, como la resistencia a los vehículos híbridos.
El panorama actual muestra una industria en declive, con ventas que no alcanzan ni siquiera la mitad de lo esperado para un país de la magnitud económica de Colombia. A pesar de ciertas expectativas positivas en años anteriores, la realidad ha sido decepcionante, con una caída constante en las ventas.
Aconauto hizo un llamado al Gobierno para que establezca una política clara de reactivación económica y fomente la inversión en la industria automotriz. Pedro Nel Quijano, presidente de Aconauto, destacó que el cierre de Colmotores no solo implica la pérdida de empleos directos, sino también el desmantelamiento de una cadena de valor que se construyó a lo largo de décadas.
El sector automotriz colombiano contribuye significativamente al Producto Interno Bruto industrial nacional, generando empleo y bienestar para miles de familias. Los concesionarios de vehículos emplean a más de 250.000 personas de manera directa e indirecta, demostrando la importancia de este sector para la economía del país.
Los transportadores de carga también expresaron su preocupación ante la situación, destacando la necesidad de proteger el tejido empresarial y fomentar la iniciativa privada como motores de crecimiento y generación de empleo. La disminución del volumen de carga movida por Colombia refleja los desafíos que enfrenta el sector.
Ante este escenario, es fundamental que el Gobierno y los actores involucrados trabajen en conjunto para implementar medidas que impulsen la reactivación económica y protejan la industria automotriz colombiana, asegurando así un futuro sostenible para este importante sector.
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