El retorno del Diablo

https://www.eluniversal.com/ El Universal. Caracas, 09/06/2024

Si una se atreve a recorrer el paisaje político de Europa se encontrará, unos con más fuerza que otras, formaciones políticas que quieren implantar no sólo una manera de ver el mundo sino cambiar el pasado





CARLOS A. ROMERO

El racismo y otras manifestaciones divisionistas de esa misma índole, se están convirtiendo en un tema principal en las sociedades occidentales. Ya es algo común observar manifestaciones, testimonios, presencia en las redes sociales y experimentos políticos que atentan en contra de los valores fundamentales de la democracia. El crecimiento del número de inmigrantes, el deslinde entre los partidos de centro y sus electores, la crisis económica y el retorno cultural de la derecha, actúan como agentes provocadores y expansivos de una ideología relacionada con un pasado aterrador.


Pero poco a poco, estos temas están regresando y golpeando el bien común, creciendo el número de nostálgicos y de oportunistas jóvenes que en Alemania están coqueteando con el pasado nazi y con sus más conocidos anti-valores, como el retrato de Hitler, la esvástica, la música de Wagner, el uniforme militar y otras cosas más, operación que se repite en otros países con sus propias identidades, como es el caso de España, en donde han reaparecido los hijos de José Antonio y los admiradores de Franco.


Desde luego que hay casos extremos. Tanto “Alternativa para Alemania” como los partidarios de la limpieza étnica en Francia no pueden equipararse con los partidos conservadores que han aumentado su caudal en las recientes elecciones en Europa y que mantienen una línea divisoria con ese pasado. Pero a fin de cuentas esa frontera no es muy clara. Sus dirigentes están llenando ese vacío que ha logrado crear la decepción de muchos sobre el Estado de Bienestar, del gobierno por consenso y del compromiso social.


Si una se atreve a recorrer el paisaje político de Europa se encontrará, unos con más fuerza que otras, formaciones políticas que quieren implantar no sólo una manera de ver el mundo sino cambiar el pasado. De ahí la revaluación que piden partidarios del Reich de la historia alemana del siglo XX y la petición del partido VOX de revisar la narrativa dominante sobre la Guerra Civil en España. Esa intención se repite en otras latitudes, a veces con un mayor ahínco, como es el caso de Argentina.


Los resultados de las elecciones europeas van a indicar cómo se conservan los partidos autoritarios en su crecimiento e influencia política y social. No olvidemos que estas organizaciones no flotan en el aire. Son la expresión de la polarización del poder que experimentamos en este siglo XXI en todos los casos en el mundo. Lo más importante es quizás observar el choque cultural que se está dando en estas sociedades. No olvidemos que en la acera de enfrente está la izquierda con todas sus variaciones tratando también de expandirse con un lenguaje tradicional.


En síntesis, el desarrollo de nuevas alternativas políticas que tratan de superar el modelo bipartidista social-demócrata y social-cristiano se basan en narrativas del pasado, creándose así un ciclón ideológico que de alguna forma confunde y desvirtúa el oficio de la política contemporánea que es la defensa de la democracia, hoy desdibujada por los extremos que atentan en contra de la igualdad de oportunidades y de la paz. Frente a ello no debe haber más concesiones y a su vez, un retorno a la sindéresis.

romecan53@hotmail.com
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