Aumentar el comercio interno y la innovación tecnológica: prioridades de China en 2025

Periódico UNAL / Economía. 12 de marzo de 2025


El gigante asiático definió las políticas que marcarán su desarrollo económico durante este año, las cuales se basan en dinamizar la economía interna de sus más de 1.400 millones de habitantes, lograr independencia tecnológica y, a pesar la incertidumbre del mercado global, abrir su mercado con operaciones en el extranjero.


Por: Kaidi Liao | Corresponsal del Grupo de Medios de China en 
Colombia

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El 11 de marzo concluyeron las “Dos Sesiones”, una serie de reuniones celebradas en China para definir su camino a seguir en materia económica y social. Foto: Wang Zhao / AFP.El 11 de marzo concluyeron las “Dos Sesiones”, una serie de reuniones celebradas en China para definir su camino a seguir en materia económica y social. Foto: Wang Zhao / AFP.

Las “Dos Sesiones”, que comprenden las reuniones de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo de China, y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), la principal institución de asesoría política del país, son eventos anuales muy importantes. Durante estas sesiones se discuten y se aprueban políticas que marcan la trayectoria económica y social del país. En 2025, las “Dos Sesiones” se celebraron del 4 al 11 de marzo, en un contexto marcado por una recuperación económica gradual tras los desafíos derivados de las tensiones globales. Estas sesiones son una ventana clara para comprender las prioridades económicas y sociales de China, la segunda economía más grande del mundo.

Durante las sesiones se presentó el “Informe sobre la labor del Gobierno”, que detalla los objetivos y metas para 2025, especialmente sobre el crecimiento económico. En el informe de se incluyeron varias metas: un crecimiento de alrededor del 5% del PIB, la creación de más de 12 millones de puestos de trabajo, el mantenimiento de la tasa de desempleo urbano cercana al 5,5%, y la contención del aumento del índice de precios al consumidor (IPC) en torno al 2%.

Además se planteó el objetivo de sostener la producción de cereales en torno a los 700 millones de toneladas, lo que garantiza la seguridad alimentaria del país. También se destacó la meta de reducir la cantidad de energía que se consume para generar una unidad del PIB en alrededor del 3%, teniendo en cuenta que China es el principal consumidor de energía del mundo y que en 2022 usaba 1kWh por dólar de su riqueza, por encima de Estados Unidos o India, y casi el doble de Colombia.

Este objetivo se buscará manteniendo el enfoque en mejorar la calidad del entorno ecológico y avanzar hacia una economía más sostenible con fuentes de energía renovable, dado que la principal fuente energética sigue siendo el carbón, del que en 2023 se obtuvo el 60% de su electricidad, y que se ha reducido casi en un 15% en la última década, aumentando fuentes como la eólica, solar y nuclear.

El éxito de estos objetivos requiere una serie de medidas concretas y prioridades estratégicas que se detallaron a lo largo de las “Dos Sesiones”. A continuación se abordan las prioridades del Gobierno chino en 2025 y las estrategias clave adoptadas para alcanzar las metas de desarrollo económico y social.

Combinación de política fiscal y monetaria en las políticas macroeconómicas

En 2025 China seguirá implementando una política monetaria moderadamente flexible, utilizando herramientas como la reducción del coeficiente de reservas obligatorias, que es el porcentaje de dinero que los bancos deben mantener de los depósitos realizados sin poder prestarlo o invertirlo (en 2025 se fijó en el 6,6%). Esta política busca que las entidades financieras tengan suficientes recursos para responder a los retiros de los clientes y otras obligaciones, así como limitar el crédito. Esto, junto con los recortes de tasas de interés para mantener una liquidez abundante, busca crear un entorno monetario favorable para el crecimiento económico.

En paralelo, la política fiscal será más activa y proactiva, intensificando los ajustes contracíclicos, lo cual incluirá aumentar la tasa de déficit fiscal del 3 al 4% y ampliar el gasto fiscal a más de 11 billones de yuanes (1,5 billones de dólares). Estos fondos se destinarán especialmente a la infraestructura, la renovación de bienes de consumo y la innovación tecnológica. Además se emitirán bonos especiales del Gobierno y bonos especiales para recapitalizar los bancos, con el objetivo de fortalecer la capacidad reguladora del Gobierno.

Expansión de la demanda interna: prioridad del Gobierno

El impulso al consumo interno se ha convertido en una de las tareas más urgentes para el Gobierno chino. En 2024 el consumo representó cerca del 44,5% del crecimiento económico de China, un dato que subraya la importancia del gasto de los consumidores en la economía del país. En este sentido, el Gobierno planea fortalecer este sector en 2025 a través de diversas políticas que fomenten el consumo y mejoren la eficiencia de las inversiones.

El “Informe sobre la labor del Gobierno” de 2025 establece que se destinarán 300.000 millones de yuanes (41.000 millones de dólares) a la emisión de bonos especiales a ultralargo plazo (con plazo superior a 10 años), destinados a apoyar el cambio de bienes de consumo usados por nuevos. Esta medida tiene como objetivo estimular el consumo en sectores como el automotriz, de electrodomésticos, muebles para el hogar y bicicletas eléctricas.

Este programa se amplió significativamente en comparación con 2024, cuando se asignaron 150.000 millones de yuanes a estos proyectos, lo que resultó en ventas que superaron los 1,3 billones de yuanes en productos de consumo. Para 2025 se duplicará el volumen de los bonos y se ampliará la gama de productos subsidiados a 12 categorías.

La expansión de la demanda interna busca no solo fortalecer el consumo, sino también reducir la dependencia de China de la demanda externa, que puede verse afectada por factores globales como la desaceleración económica o las tensiones comerciales.

Fomento de la innovación tecnológica y la ciencia

La innovación tecnológica es otra de las prioridades fundamentales del Gobierno chino para 2025. China ha adoptado una estrategia integral para revitalizar el país a través de la ciencia y la educación, con el fin de avanzar en industrias tecnológicas clave como la inteligencia artificial (IA), la biofabricación, la tecnología cuántica y la inteligencia integrada. Estas áreas de innovación se consideran como esenciales para garantizar la competitividad futura del país en un mundo cada vez más globalizado y digital.

Como estrategia para la competitividad, China le apostará a la IA en diferentes campos productivos. Foto: STR/AFPComo estrategia para la competitividad, China le apostará a la IA en diferentes campos productivos. Foto: STR/AFP

Una de las iniciativas más destacadas en este campo es el impulso de la “IA Plus” lanzada en 2024, cuyo objetivo es aplicar la IA a una amplia gama de sectores económicos. Este programa busca fusionar las ventajas de las tecnologías digitales con las de manufactura avanzada en China, promoviendo el uso de la IA para aumentar la productividad en sectores como el automotriz, salud, financiero y muchos otros.

Un ejemplo reciente de este enfoque innovador es el éxito de la empresa emergente DeepSeek, que lanzó un chatbot basado en IA que ha captado la atención tanto en China como en otros países. Este tipo de avances en IA es esencial para fortalecer la autosuficiencia tecnológica de China y reducir su dependencia de proveedores extranjeros.

En 2025 el Gobierno chino también ha destacado la importancia de seguir invirtiendo en áreas estratégicas como la biotecnología y la tecnología cuántica, con el objetivo de crear nuevas industrias basadas en estos avances científicos y consolidar a China como líder global en innovación tecnológica.

Apertura al exterior y cooperación global

A pesar de la incertidumbre global, China sigue comprometida con una apertura económica al exterior, buscando mejorar las relaciones comerciales y fomentar la cooperación internacional. En 2025 el Gobierno chino se compromete a expandir su apertura al comercio exterior de alta calidad, con un enfoque en el cultivo de nuevos puntos de crecimiento, como el comercio verde, digital y off-shore. Este último se basa en la reventa de productos en mercados internacionales ubicando activos u operaciones en el extranjero, lo que facilita el comercio y reduce las fricciones comerciales, a la vez que se fortalece la cadena de suministro global.

China se está acoplando activamente a las normas económicas y comerciales internacionales de alto nivel, como el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) y el Acuerdo de Asociación de Economía Digital (DEPA), y se esfuerza por promover un mayor nivel de apertura sistemática. Al mismo tiempo, la construcción de la “Iniciativa de la Franja y la Ruta”, que promueve la cooperación y el desarrollo a través de infraestructura y comercio entre China y otros países, es un bien público internacional popular y una plataforma para la cooperación internacional. Hoy unos 20 países latinoamericanos se han unido al programa chino.

Las “Dos Sesiones” de 2025 reflejan las prioridades estratégicas de China para el futuro cercano, con un fuerte enfoque en la expansión de la demanda interna, la innovación tecnológica, el fortalecimiento de las políticas fiscales y monetarias y la apertura internacional. Estas prioridades buscan garantizar un crecimiento económico sostenido en un entorno global incierto, mientras que el país avanza hacia una economía más sostenible, autónoma tecnológicamente e integrada globalmente. Como dijo el canciller chino Wang Yi, “independientemente de los cambios en el entorno internacional, China le proporcionará certeza al mundo incierto”.


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