Por: Pablo Kummetz
José "Pepe"
Mujica (1935-2025), expresidente de Uruguay, murió el 13.05.2025. Imagen:
Gerardo Vieyra/NurPhoto/IMAGO
Fue guerrillero, pasó
13 años en mazmorras militares, fue diputado, senador, ministro, presidente de
su país, estrella pop de la política mundial, y "el presidente más pobre
del mundo".
José "Pepe"
Mujica fue una figura imprescindible en la política de Uruguay, hasta el final.
En 2019, ganó un escaño senatorial encabezando la lista más votada de su
conglomerado. Y hasta trató de salvar la candidatura presidencial del Frente
Amplio, aceptando ocupar un Ministerio si triunfaba. No fue así. Pero
probablemente eso haya sido un alivio para este ícono de la izquierda, que un año
antes había renunciado al Senado para tomarse "una licencia antes de morir
de viejo". Se retiró definitivamente de la política en octubre de 2020
para dedicarse a la militancia popular. Murió de cáncer de esófago este 13 de
mayo de 2025, a los 89 años.
En enero de 2025 había
anunciado que la expansión de su enfermedad le había hecho decidir que ya no se
sometería a más tratamientos: "Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy
muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso", dijo. Su esposa, Lucía
Topolansky, quien fuera primera dama y luego vicepresidenta de Uruguay
(2017-2020), anunció hoy, 13 de mayo, que José Mujica estaba recibiendo
cuidados paliativos en la fase terminal de su cáncer.
Al dar él mismo a
conocer públicamente que estaba enfermo, en abril de 2024, recibió muestras de
afecto y reconocimiento por parte de artistas (en Instagram bajo
#unacancionparapepe), así como de políticos y diplomáticos latinoamericanos y
del mundo.
Picardía, franqueza y una vida austera
José "Pepe"
Mujica despertó simpatías en todo el mundo. Desde la prensa internacional,
pasando por estrellas del pop, hasta políticos de primer rango, no hubo quien
escapara a su carisma, basado en la franqueza, la picardía, las palabras sin
rodeos y una vivida austeridad, en una sociedad global sacudida a menudo por
los escándalos, la corrupción y el doble discurso.
Más admirado fue en el
exterior que en su país, donde la proximidad permitía ver más los claroscuros
de una personalidad compleja, capaz de decir una cosa y la contraria, defender
al mismo tiempo la democracia y la revolución socialista, la libre empresa y la
Cuba de los Castro, la guerrilla y el Parlamento, el anticapitalismo y una política
económica ortodoxa.
Esa ubicuidad lo llevó
a hacer buenas migas tanto con Barack Obama como con Nicolás Maduro, Aerosmith
y Ricky Martin. Se autodefinió como un "animal político", y lo
demostró hasta el final de sus días. En 2016 fue mediador en las negociaciones
de paz en Cuba entre la guerrilla colombiana de las FARC y el Gobierno de
Colombia.
Tres de sus proyectos
quedan, sobre todo, en la memoria del mundo, que miró asombrado hacia un pequeño
país casi en el fin del mapa: la legalización del aborto, a finales de 2012; el
matrimonio homosexual, en 2013 y, a fines de ese mismo año, la legalización del
uso recreativo de la marihuana, con Uruguay como primer Estado plantador de
cannabis del globo. "El mundo tiene que aceptar ciertas cosas que son
inalterables", dijo al respecto de esas decisiones, que para él no eran ni
de izquierda, sino simplemente una cuestión de sentido común.
De éxitos y fracasos
No tanta trascendencia
mundial, pero tanto más enojo a nivel nacional tuvieron otros proyectos que
terminaron en fracaso: una imprescindible reforma educativa que no llegó a
implementarse, la planeada construcción de una regasificadora que resultó
inviable, un puerto de aguas profundas que jamás llegó a concretarse y un
considerable déficit fiscal al final de su periodo.
José Mujica nació en
Montevideo, Uruguay, el 20 de mayo de 1935, de padre descendiente de
inmigrantes vascos y madre de origen italiano.
Su padre era un pequeño estanciero, que cayó en la ruina y murió en
1940. Desde pequeño, Mujica trabajó junto a su hermana en la granja de
floricultura paterna. Interrumpió sus estudios antes de terminar la secundaria
para comprometerse cada vez más con el movimiento estudiantil.
El presidente de
Brasil, Lula da Silva, coloca a José Mujica la "Orden de la Cruz del
Sur".El presidente de Brasil, Lula da Silva, coloca a José Mujica la
"Orden de la Cruz del Sur".
La carrera política del
joven Mujica comenzó en el Partido Nacional (conservador). En 1962 pasa a filas
de la Unión Popular, próxima al Partido Socialista, que en las elecciones solo obtiene
el 2,3 por ciento de los votos.
En medio de una crisis
económica, desilusionados por la política conservadora y la falta de ideas de
los gobernantes de la época, e inspirados en la Revolución Cubana y la mítica
figura del Che Guevara, a comienzos de los 60 se forma el Movimiento de
Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana a la que Mujica adhiere
desde la primera hora.
Seis impactos de bala y aislamiento en pozos
de tierra
En el transcurso de
diversas acciones, Mujica recibe seis impactos de bala. En 1969 participa en la
ocupación de la pequeña ciudad de Pando, en las cercanías de Montevideo. Es
arrestado en cuatro ocasiones y en 1971 logra evadirse, junto con otros 110
presos, en su mayoría políticos, de una cárcel en medio de Montevideo.
Un año después es
recapturado y condenado por un tribunal militar. Después del golpe de Estado
militar de 1973 es trasladado a un cuartel. En pocos meses, los Tupamaros habían
sido derrotados militarmente y su organización, completamente desbaratada.
Mujica pasa 13 años en
completo aislamiento en diversos cuarteles, en parte, en pozos en la tierra.
Fue uno de los nueve dirigentes tupamaros prisioneros que la dictadura militar
llamaba "rehenes": personas que serían inmediatamente fusiladas en
caso de que la guerrilla reiniciara sus acciones militares.
José "Pepe"
Mujica habla luego de recibir el Doctorado honoris causa de la Universidad de Río
Cuarto, en Córdoba, Argentina, en 2022. José "Pepe" Mujica habla
luego de recibir el Doctorado honoris causa de la Universidad de Río Cuarto, en
Córdoba, Argentina, en 2022.
Liberación e integración en la política
En 1985, con el
restablecimiento de la democracia en el país, Mujica es liberado. Algunos años
después, junto con otros dirigentes tupamaros, crea el Movimiento de
Participación Popular, dentro de la coalición de izquierda Frente Amplio. En
1994 es elegido diputado y en 1999, senador. En 2005 es nombrado ministro de
Ganadería, Agricultura y Pesca. En las elecciones de 2009 es elegido presidente
de la República, cargo que ejerce hasta el 2015.
Es el comienzo de una
carrera mediática sin igual a nivel internacional. A menudo es calificado como
el "presidente más pobre del mundo". Efectivamente, donaba el 90 por
ciento sus ingresos para fines caritativos y rechazó vivir en la residencia
presidencial, optando por quedarse en su sencilla granja.
Manejaba un
"escarabajo" color celeste de 1987, por el que, después de haber
adquirido fama, le ofrecieron mucho dinero, que rechazó. Quedan en la memoria
colectiva sus apariciones en público como presidente en el Gabinete de Uruguay
vestido sobriamente con un sencillo saco de lana, sin corbata, con unos
pantalones gastados y sus sandalias.
El boom global de
Mujica explota en junio de 2012, cuando en la Cumbre sobre Desarrollo
Sostenible Río+20, deja boquiabierto al mundo con un discurso filosófico contra
el consumismo y el despilfarro de los recursos naturales.
Entre el consumo y la libertad
Ese fue desde entonces
el leitmotiv de su pensamiento político, que no se cansó de repetir. En
septiembre de 2013, en un histórico discurso de 45 minutos ante la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en Nueva York, puso nuevamente en tela de
juicio la civilización de consumo: "Parecería que hemos nacido sólo para
consumir y consumir, y cuando no podemos, cargamos con la frustración, la
pobreza y la autoexclusión".
En su serie de más de
100 videocolumnas "Conciencia Sur" en DW Español, José Mujica siguió
analizando la realidad política global desde agosto de 2016 hasta diciembre de 2024
desde el jardín de su "chacra", o desde su pequeño cuarto de trabajo.
"Cuando compras
algo, no lo compras con dinero, sino con el tiempo de vida que tuviste que
gastar para tener ese dinero. Pero con la diferencia de que la única cosa que
no se puede comprar es la vida. La vida se gasta. Y es miserable gastar la vida
para perder libertad". Esa es la esencia de la última enseñanza que nos
deja José Mujica.
Periodista de Dw.com.
14-05-2025.
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