Por Gonzalo Duque-Escobar*
Este miércoles 22 de marzo, al igual que todos los años se conmemora el Día Mundial del Agua, declarado en 1993 por las Naciones Unidas para reconocer la importancia de proteger el recurso hídrico y proponer medidas que permitan mejorar los hábitos en torno a su cuidado y adecuada gestión. Colombia con el 5% del patrimonio hídrico mundial y un rendimiento hídrico que supera seis veces el promedio mundial y tres veces el de Latinoamérica, solamente trata de manera adecuada el 11% de los vertimientos.
El agua en Colombia, un patrimonio que le aporta el 10% al PIB, presenta un panorama que no es alentador: mientras la demanda hídrica continúa expandiéndose, la oferta se afecta por factores como la deforestación, la degradación de los ecosistemas y la contaminación antrópica. Además de la pérdida de ecosistemas boscosos, también la minería, la contaminación por vertimientos y la presión sobre los biomas estratégicos, configuran una problemática acentuada con el cambio climático, que obliga a tomar previsiones integrales de extremada urgencia y largo plazo.
El caso de Bogotá:
Bogotá se destaca por la riqueza de sus fuentes hídricas al contar con cuatro ríos principales que recorren la ciudad: Salitre, Fucha, Torca y Tunjuelo. Asimismo, está cerca de los páramos Guerrero, Sumapaz y Chingaza, que abastecen de agua potable a sus habitantes; y cuenta con 17 humedales declarados, así como cientos de quebradas y cuerpos de agua que nacen en los Cerros Orientales.
Pero además de los vertimientos que dejan al río anóxico y sin vida, también la tala de árboles, la disposición de basuras y de residuos industriales con metales pesados, lo convierten en un referente de suciedad y contaminación a nivel mundial.
Las áreas protegidas, parques urbanos, corredores ecológicos y la zona especial del río Bogotá son ecosistemas que tienen su soporte en el recurso hídrico. Por tanto, la calidad del agua cobra importancia como elemento articulador de vida para la flora y la fauna de la ciudad.
En el Eje Cafetero:
Imagen. Centro Sur de Caldas en Caleidoscopios urbanos.
En la Ecorregión Eje Cafetero, el agua está amenazada. Por ejemplo, en el PNN de los Nevados, declarada Área Protegida desde 1974, pese a su jerarquía e importancia absoluta a nivel mundial, no se cuenta con una Zona Amortiguadora pese a que el estudio de la Fundación Grupo HTM para el SIDAP de Caldas hecho en 2014, determinó que allí se requería una franja de protección de un Km de ancho.
La definición de un anillo de contención o Zona Amortiguadora, consistente en un área periférica, continua y paralela al límite del área protegida se concibe como un mecanismo de gestión del suelo a manera de figura de “aislamiento” del área protegida refuerza el control a la expansión de los procesos de ocupación y transformación. Al interior del anillo de contención a futuro no podrán tener lugar nuevos aprovechamientos, ni fraccionamientos prediales, ni construcciones.
Para el SIDAP de Caldas, el estudio de HTM (2014) para Corpocaldas, recomienda que la demarcación del anillo se base en las siguientes extensiones:
- Áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales: 1000 metros
- Reservas Forestales Protectoras y Parques Naturales Regionales: 700 metros
- Otras categorías: Distrito de Manejo Integrado, Distrito de Conservación de Suelos, Áreas de Recreación: 500 metros.
Y en cuanto a los acuíferos para toda la Ecorregión Cafetera, –además del extenso valle del Magdalena como gran reservorio–, están los valles del río La Vieja por la vertiente del río Cauca, cuyo potencial de agua subterránea se asocia con el glacis del Quindío, el valle del Risaralda y la zona de Santágueda. Este último, que podría estar contaminado por los lixiviados del Relleno La Esmeralda, resulta estratégico para el desarrollo agroindustrial del Centro - Sur de Caldas.
¡Así puedes contribuir al cuidado del agua!
1. No arrojes aceite en los lavaplatos ni en los ríos.
2. Haz una adecuada disposición de los residuos.
3. Utiliza detergentes que cuiden el ambiente.
4. Evita realizar lavado de autos, aceras, fachadas o andenes por cuenta propia.
5. Revisa que las llaves de agua, cañerías y tuberías no tengan fugas; si las hay, se debe corregir el problema.
6. Recolecta y utiliza el agua lluvia en instalaciones sanitarias.
7. Evita lavar la loza debajo del chorro de la llave abierta. Para esta actividad, es mejor que utilices una tina con agua.
8. Toma duchas cortas.
9. Ubica un balde en la ducha para recolectar el agua y úsala posteriormente en las plantas o los sanitarios.
10. Pon a funcionar la lavadora con cargas completas.
(Fuente: Campaña Alcaldía de Bogotá)
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Epílogo
Como reflexión final para esta efeméride, en el país se requiere fortalecer con urgencia las instituciones ambientales, las políticas públicas en relación con el agua, la gobernanza forestal, la reconversión de los sistemas productivos y la bioética ciudadana con una perspectiva biocéntrica; y para el caso de las ciudades, entrar a la cultura de los ríos urbanos, máxime cuando entre los 10 ríos más contaminados de Colombia, están además del río Bogotá, el Chinchiná, el Otún y el Quindío.***
* Documento del Museo Interactivo Samoga.
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ENLACES U.N.: AGUA Y CLIMA
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