www.vanguardia.com 9.01. 2024.
La caficultura colombiana a traviesa de nuevo una crisis por cuenta de la caída del precio de la carga de café en el país, la llegada de el fenómeno de El Niño, la baja rentabilidad y la contracción en las exportaciones.
La caficultura colombiana a traviesa de nuevo una crisis por cuenta de la caída del precio de la carga de café en el país, la llegada de el fenómeno de El Niño, la baja rentabilidad y la contracción en las exportaciones.
Estos factores tienen en jaque la producción cafetera y a los caficultores del país, quienes ven semana tras semana cómo sus cultivos no generan las ganancias suficientes para sostener al principal renglón del agro colombiano.
Sobre esta panorama, que impacta a las 548.000 familias caficultores, Vanguardia conversó con Germán Bahamón, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros.
Este año empezó con una carga de café por encima de los $2 millones, pero en los últimos dos meses el precio viene ‘de capa caída’. ¿Cómo ha visto esta reducción para la caficultura colombiana?
Estamos preocupados por el precio de la carga de café en Colombia. Se debe hacer claridad en que la Federación no pone el precio del café, este es un valor que se compone de tres variables. Está el respeto por el precio del contrato C de Nueva York, que desde el 21 de abril hasta la fecha ha caído en 23 %. También influye lo que ha ocurrido con la tasa de cambio en estos meses en el país, que ha caído un poco más del 15 %. Eso son las dos componentes más importantes del precio.
Hay otro, que es el diferencial que paga el mercado con respecto a la Bolsa por un café de primerísima calidad, como es el colombiano. Este aspecto se empieza a corregir y vuelve a estar en los niveles que históricamente ha estado. Esto definitivamente nos pone hoy en unas condiciones que nos preocupan muchísimo porque somos el primer renglón agrícola del país.
De esta manera, el renglón cafetero tiene en este momento un problema de rentabilidad. Se está generando un problema de rentabilidad en la caficultura y estamos muy preocupados. Estamos conversando activamente con cada una de las carteras del Gobierno nacional, pues es el producto más importante del sector agrícola y también el primer producto de exportación.
En esta coyuntura, ¿qué pasará con el Fondo de Estabilización de Precios?
Estamos trabajando en la activación del Fondo de Estabilización de Precios del Café, que se creó por ley en el 2019, y que hoy tiene unos recursos que hemos ahorrado los cafeteros en pro de estos momentos. Estos son insuficientes y por eso el llamado es a trabajar de la mano con el presidente Gustavo Petro y sus ministros en la búsqueda de soluciones más profundas a esta crisis, que está viviendo el precio del café.
El Fondo se creó para que con la contribución cafetera se hiciera un ahorro para momentos en los cuales se necesitarán, hoy es uno de esos momentos, pero ese recurso es insuficiente. Hay alrededor de $300.000 millones , pero con eso no tendríamos la posibilidad de hacer algo efectivo por la caficultura.
Lo que queremos es que el Gobierno nos apoye, con todo el andamiaje del Estado en beneficio de ese desarrollo rural, de esa economía agrícola cafetera y obviamente del producto insignia. Queremos industrializar en las regiones, queremos trabajar de la mano con el Gobierno en el desarrollo de esas capacidades agrícolas, pero para ello necesitamos que nos acompañen a estabilizar los precios en estos momentos con en ese fondo.
Hace poco habló de la necesidad de hacer un ajuste al factor de rendimiento para que no se afecte el precio de referencia en el mercado de café en Colombia, ¿cómo va con eso?
Aclaro que eso no lo hace el gerente de la Federación ni la administración, eso lo tiene que decidir el Congreso Cafetero, la máxima autoridad del gremio, que pidió un ajuste en el factor o en la fórmula en la que ponemos un precio de referencia. Entonces, lo que se busca con esto es que elevemos el precio de referencia y que preparemos a la caficultura para cuando se genere con el fenómeno de El Niño más café pasilla se le pueda reconocer ese precio también al caficultor.
El comité directivo, que la componen 15 miembros de los diferentes departamentos cafeteros, aprobó por unanimidad este ajuste para elevar el precio de referencia en el mercado colombiano con el factor 88 (rendimiento) y que le paguen al caficultor colombiano la pasilla.
Cuando habla de un problema de rentabilidad, ¿específicamente a qué se refiere?
La rentabilidad en este momento es afectada por el precio de la cotización en la Bolsa de Nueva York, que ha puesto la carga del café alrededor de $1’300.000, incluso un poco por debajo en algunas partes del país, que está por debajo del costo de producción.
Recordemos que el café es un producto cíclico y si sembró hace dos años un árbol de café, ahora empieza a tener su primera carga. Entonces los costos que se tuvieron por insumos altos, mano de obra de recolección no compensan ahora con un precio bajo. Eso genera una presión de rentabilidad.
Arrancó el fenómeno de El Niño, ¿cómo lo afrontarán y qué pasará?
Hay que recordar que venimos de un fenómeno de La Niña, llevamos más de 30 meses con lluvias inclementes y la caficultura bajó su nivel de producción a 11 millones de sacos. Pero la hemos afrontado con investigación y desarrollo en Cenicafé para tener variedades resistentes a cambios climáticos. Es decir, hoy tenemos una caficultura colombiana mucho mejor preparada con variedades como Castillo y Café 1, resistentes a la roya.
Ahora con El Niño en el segundo semestre tendremos mayor luminosidad para la caficultura, esos puede beneficiar, pero se la sequía es prolongada si va a afectar ya en el 2024. En lugar de ser moderado bajo se convierte en El Niño intenso hace daño a la caficultura. No obstante, en cualquiera de los escenarios trae broca y esta trae problemas de calidad y más pasilla.
¿Cuáles son la razones de la caída de las exportaciones cafeteras?
La caída de las exportaciones obedece a la reducción de la producción. Podemos ver que desde el 2019 hemos venido cayendo en la producción.
Pero, ¿por qué cae?
La producción cae debido a la falta de luminosidad por el fenómeno de La Niña, esta hace que la planta no se exprese de la misma manera. Lo que tenemos hoy, a bien, es que la caficultura no se ha muerto. Recordemos que cuando venía La Niña la roya acabada con los cafetales. Pero hoy tenemos variables resistentes que han permitido que el café se mantenga, sin embargo con una productividad más baja, hemos venido perdiendo alrededor de 3 millones de sacos y esa cantidad es lo que hemos dejado de exportar.
**
…
ENLACES U.N.
0 comments:
Publicar un comentario